miércoles, 22 de mayo de 2013

Cuando la patria es un Cabildo Abierto

La patria es un lindo revoltijo en estos días de Mayo.
Como hace 203 años, el sábado 25 un pueblo entero dará el presente en la Plaza de Mayo.
En la previa, la Justicia dictó una medida cautelar que frena el DNU de Mauricio Macri, dando lugar así a la presentación de los legisladores Gabriela Cerruti, Delia Bisutti y Edgardo Form. 
La derecha abusó tanto de las cautelares que terminó probando su propio remedio.
Quizás el juez haya dictado el fallo que frenó el decreto de necesidad y urgencia de Macri, después de preguntarse:
¿A quién se le ocurre legislar desde el Poder Ejecutivo desconociendo al Poder Legislativo? ¿O acaso se consideran una dictadura? ¿A quién se le ocurre indultar el pago de impuestos y cobro de deudas a los medios de comunicación por poderosos que sean?
Macri, alpiste. Perdiste.
Es que las cuestiones políticas, por disímiles y antagónicas que fueren, se procesan en el ejercicio de la política. Pero las cuestiones judiciales se resuelven en la justicia.
Como en este caso.
Porque el asalto a la Constitución Nacional, vía DNU de Macri, es un asalto y punto. No hay que debatirlo concediéndole graciosamente la categoría de “proyecto político institucional”.
El juez y los legisladores han garantizado así la normalidad democrática.
Los negocios privados de Macri, De la Sota y Magnetto se deben tratar en otra parte. Ellos sabrán dónde.
Empezamos bien la Semana de Mayo. Repasemos la historia.
El 22 de Mayo de 1810 una parte importante del pueblo de Buenos Aires se daba cita en la Plaza de la Victoria, hoy Plaza de Mayo.
Desde la Plaza, French y Berutti hacían el aguante. 
Adentro del recinto del Cabildo, Juan José Castelli iniciaba sus dotes de orador de la Revolución.
Belgrano, Moreno y Saavedra iban y venían por los pasillos consultándose qué hacer.
Sabían que el virrey Cisneros debía irse a su casa para que el pueblo nombrara a su propia Junta de Gobierno.
Pero Cisneros y los colonizados que lo sostenían, no largaban el hueso.
Desde ese día, los argentinos empezamos a ser libres, ladrillo por ladrillo. 
Como ayer en La Plata, con una Presidenta que se abrazó a su ciudad natal con las manos tendidas del Estado llevando solidaridad a los afectados por el temporal de abril.
En ese Cabildo Abierto estaban el Hospital Español, los estudiantes con su netbooks, la planta de reciclaje en Salto, las viviendas en Salta y Zárate y la Biblioteca del Colegio Nacional que orgullosamente se llamará “Madres de Plaza de Mayo”.
Hoy se celebra el Día Internacional de la Diversidad Biológica.
Un buen motivo para reafirmar que en esta patria tan generosa, cabemos todos.
Hasta los ridículos a los que ayer hizo alusión Cristina.

Por Jorge Giles