miércoles, 1 de junio de 2011

Boleta única: Los puntos debiles de un debut exitoso

En los barrios más pobres está la mayoría de los votos anulados

Para gobernador y vice, 170.384 sufragios no se contaron entre los votos válidos afirmativos (nulos y blancos). Dos departamentos de la Costa y otro del norte superan el promedio provincial de anulados.

Los fiscales y dirigentes partidarios, los presidentes de mesa y otros observadores atentos coinciden: más o menos la mitad de los votos que terminaron en el casillero de los anulados eran, en realidad, ciudadanos que creyeron sufragar en blanco, pero que no supieron hacerlo. La mayoría corresponde a las capas sociales menos favorecidas.

Seguramente muchos de los que no marcaron ninguna cruz sobre un casillero (no son válidas en ningún otro lugar) aún deben pensar que votaron en blanco. En realidad sus votos fueron anulados.

El fenómeno fue común a todas las mesas electorales en la ciudad de Santa Fe, pero está muy claro que es más frecuente en las escuelas que recibieron más sufragios de los barrios más pobres que de electores de niveles medios y altos. Algunos ejemplos: en la céntrica Seccional 1ra. apenas 1,87% de los votos fueron anulados, mientras que en Barranquitas el 5,95%. Más de lo mismo: la 3ra. que incluye zonas como Candioti norte y sur, a ambos lados del bulevar, tiene 3% de votantes que no supieron sufragar, mientras que Centenario (6,94%) o Alto Verde (6,96%) duplican esa proporción.

Y la misma lectura cabe para los departamentos de la provincia. Dos departamentos costeros y otro del norte empobrecido tienen el porcentaje mayor de votos anulados, mal emitidos. En orden decreciente: Garay (7,97%), Vera (7,04%) y San Javier (6,60%) tienen los niveles más altos en la provincia de sufragios declarados nulos por los presidentes de mesa.

El departamento norteño posee las dos localidades con más votos anulados. En Golondrina se alcanzó un 17, 21% y en Intiyaco el 20,23%.

En rigor, si se revisa lo ocurrido con los diputados, las diferencias son más extremas. En la boleta de la fórmula de aspirantes a la Casa Gris se restaron a los votos válidos afirmativos (1.587.840) los 97.984 anulados (5,55%) y los 72.400 sufragios en blanco (4,10 %). Pero en las nóminas para la Cámara Baja los anulados son 163.749 (9,28%) y marcaron el casillero “en blanco” 217.684 (12,34%).

Especulaciones

La reforma de la ley electoral obliga al elector a hacer siempre una cruz por boleta, es decir, por cada una de las hojas de papel que le entrega el presidente de mesa.

Los fiscales partidarios lo repetían a los votantes potenciales a sus precandidatos y lo mismo hizo la publicidad oficial y el efectivo simulacro electoral de las escuelas. Sin embargo, un grupo importante de quienes terminaron engordando los votos anulados no lo cumplió: puso más de una cruz por boleta.

Se estima que un 25% de los votos anulados quiso participar de las internas abiertas obligatorias pero no supo hacerlo. La cantidad no tiene verificación técnica posible, se apoya en lo que se dice en los partidos políticos. Debe tenerse en cuenta que cuanto mayor sea esa porción, más vigor cobran sus especulaciones, y sus ilusiones.

Los casos más difíciles de desentrañar son de aquellos que pusieron más de un cruz en más de un frente electoral (se expresaron tanto por la interna del oficialismo como por la de la oposición; premian y castigan al gobierno provincial en un mismo acto). Qué harán en la general es un misterio.

¿Doble K?

Desde que se terminaron de contar los votos del 22 de mayo dirigentes y militantes interrogan a sus pares fiscales partidarios sobre cómo fueron los votos anulados, para interpretarlos y para ir a buscarlos.

En el peronismo se habla de los sufragios “doble K” que fueron anulados en las boletas de gobernador y vice, en los que se marcaron a los dos precandidatos más cercanos a la presidenta de la Nación: Agustín Rossi y Rafael Bielsa, y se construyen pronósticos en favor del jefe de la bancada kirchnerista en la Cámara Baja. También se sueña con quienes votaron afirmativamente por Perotti y Mercier.

¿Anti K?

En el oficialismo se repiten recuerdos de boletas anuladas que tenían a uno de los precandidatos del Frente Progresista y también al intendente rafaelino Perotti. Y por supuesto fueron anulados.

La especulación es que se trata de quienes buscaron candidatos alternativos a las figuras más kirchneristas en la provincia, porque -aún a pesar del discurso de Perotti- sólo eso pueden tener en común para ciertos votantes el precandidato rafaelino y cualquiera de los socialistas y los radicales.

Fuente: Diario El Litoral (Ciudad de Santa Fe)