sábado, 17 de septiembre de 2011

El NYT destaca los juicios a represores en la Argentina

Una investigadora destaca en el diario The New York Times que los paises donde se enjuició a represores y dictadores, como en la Argentina, "se tornaron eventualmente menos represivos".

Una columna aparecida en The New York Times firmada por Kathryn Sikkink (1), profesora de ciencias Políticas de la Universidad de Minnesota, destaca los logros alcanzados en la Argentina con relación a las políticas de derechos humanos y juzgamiento de represores por delitos de lesa humanidad.

Sikkink indica que "los países que han hecho responsables y juzgado a represores por violaciones a los derechos humanos han emergido con mayor fortaleza" y destaca que esa decisión "no hizo peligrar la democracia, ni condujo a mayor violencia".

"En América latina, los jóvenes militares solamente tienen que mirar a la Argentina y a Chile, países en los que, respectivamente, 81 y 66 personas, fueron condenadas por crímenes durante dictaduras previas para aprender la lección de que las posibilidades de castigo son ahora mayores que en el pasado. Ello puede explicar por qué los golpes de Estado son ahora tan raros en esa región", señala.

Luego de señalar que "nunca fue sencillo para ningún país enfrentarse con su pasado", afirma que "los juicios a represores parecen tener efectos disuasivos fuera de las fronteras. Si una serie de países en una región determinada emprenden estos procesos, las naciones vecinas también suelen mostrar una disminución en el nivel de represión, aunque no hubiesen celebrado juicios".

Por eso, Sikkink advierte que "las evidencias históricas y estadísticas nos brindan razones para cuestionar las críticas a los juicios por violaciones a los derechos humanos", toda vez que “demuestra que los países en vías de transición, que pasan de gobiernos autoritarios a democráticos, o de la guerra civil a la paz, donde hubo procesamientos por violación a los derechos humanos se tornaron eventualmente menos represivos que las naciones en transición sin esos juicios".

"Si comparamos países como la Argentina y Chile, que utilizaron el procesamiento por derechos humanos, con Brasil, que no lo hizo, encuentro que los procesamientos no exacerbaron las violaciones a los derechos humanos, ni hicieron peligrar la democracia o condujeron a mayor violencia", señala la investigadora.

Finalmente, Sikkink indca que "desde los juicios finales de Nuremberg en 1949 hasta la década de los años setenta, no hubo virtualmente posibilidad de que los jefes de Estado o los funcionarios gubernamentales fueran declarados responsables por violar derechos humanos", pero "en las últimas dos décadas, la posibilidad de castigos aumentó y los nuevos funcionarios gubernamentales, seguramente, se mostrarán más cuidadosos antes de resolverse a asesinar o torturar a sus opositores políticos".

(1) http://www.nytimes.com/2011/09/16/opinion/making-tyrants-do-time.html?_r=1

Fuente: Diario Registrado