lunes, 24 de octubre de 2011

Hermes Binner fue segundo y superó a sus ex socios políticos del radicalismo y al duhaldismo

El otro bunker que pudo tener un festejo

El FAP logró su objetivo de ser la segunda fuerza en esta elección, y la satisfacción se notó desde temprano. Binner prometió una oposición “con propuestas” y sus únicas críticas a la Presidenta fueron por temas sociales.

Por Laura Vales

Fue el único bunker de la oposición sin clima de velorio. Y con motivos: el Frente Amplio Progresista festejó en el Hotel Savoy el resultado que puso a Hermes Binner en segundo lugar, despegando al FAP tanto de sus antiguos socios radicales como del duhaldismo. El ex gobernador de Santa Fe, que esperó para hablar a que Cristina Kirchner lo hiciera primero, centró su discurso en definir a su espacio político como una fuerza propositiva. Y acotó las críticas al Gobierno a la agenda social: “Hay 10 millones de pobres, la mitad de los niños viven en esos hogares, el 40 por ciento de los trabajadores está en negro y faltan más de 2 millones y medio de viviendas”, señaló.

Si Binner se había hecho esperar fue además, dijeron sus voceros, porque quería tener los números de la elección en claro. A las diez y veinte de la noche, cuando bajó al salón ubicado en el subsuelo del hotel, de saco azul y camisa, ya podía anunciar que el FAP había logrado “un millón de votos más” que en las primarias. En agosto, el frente salió cuarto con el 10,18 por ciento de los votos, detrás de Alfonsín y de Duhalde. Así, Binner fue el candidato que más creció en el lapso transcurrido desde las primarias. Que había habido un buen desempeño electoral se notó desde temprano. No había pasado una hora del cierre de la elección cuando los candidatos del FAP, con un aire inocultablemente distendido, comenzaron a bajar al subsuelo del hotel para hablar con los medios. Binner todavía estaba en viaje desde Rosario, pero habilitó a su jefa de campaña, Alicia Ciciliani, para que instalara la idea principal que quería transmitir. “La gente visualizó que podemos gobernar”, fue lo que dijo Ciciliani, y lo repitió después a lo largo de la noche ante todos los micrófonos que le salieron al cruce.

El centro de campaña tuvo así una actividad continua. Si en las primeras horas faltó el calor de las barras –lo que, dado el estilo del candidato, en realidad nadie esperaba–, en su lugar fueron pasando los principales integrantes del espacio político. En el amplísimo salón había más de 20 cámaras de TV, un centenar de movileros de radio y dos largas mesas ocupadas por agencias y medios gráficos, que pudieron hablar con ellos en un orden de aparición inverso a los lugares que ocuparon en las boletas.

Los discursos, como lo haría Binner más tarde, fueron cuidadosos de mostrar al FAP como fuerza con posibilidades propias de gobernar, más que como nuevo líder de la oposición. “No hay una sola oposición, hay varias oposiciones. Nosotros estamos conformes porque no hicimos alianzas que pudieran parecerle extrañas a la gente”, evaluó por ejemplo uno de los reelectos en la Cámara baja, Roy Cortina, aludiendo a Alfonsín y su asociación con Francisco de Narváez.

Pasaron después por el centro de campaña, entre otros, Eduardo Macaluse, Humberto Tumini, Víctor De Gennaro –que encabezó la lista de diputados bonaerenses y fue electo–, Victoria Donda (que también entrará por la provincia). En cambio, Margarita Stolbizer (titular del GEN y candidata a gobernadora bonaerense) esperó en una de las habitaciones de arriba –el FAP había alquilado cuatro– los resultados oficiales, al igual que la compañera de fórmula de Binner, Norma Morandini.

“Lo ven crecer, lo ven crecer y no lo pueden detener”, fue el cantito de la militancia que fue llegando, casi todos con el resultado de una mesa donde habían estado de fiscales. El sector mayores siguió las transmisiones televisivas por un plasma ubicado al costado de la sala, pero los más jóvenes se juntaron junto a la tarima dispuesta para la conferencia de prensa e hicieron clima: “Yo no soy como esos que se quedan en casa viendo 6, 7, 8 para ver lo que pasa. Yo nací combativo / yo nací con memoria / vamos todos con Binner para cambiar la historia”, cantaron.

La principal promesa del candidato del FAP fue mantener la unidad de su fuerza para pelear en cuatro años por el Ejecutivo. “La fuerza que se está construyendo ha venido a la Argentina como una novedad. En cinco semanas de campaña formamos esta fuerza política, recorrimos el país y logramos mas de 2 millones de votos”, reseñaría después. “Esta posibilidad nos convoca a forjar en esta democracia representativa un espacio concreto. Estamos creciendo porque hemos sacado un millón de votos más, y nos comprometemos a trabajar para ser gobierno.”

A futuro, el binnerismo habla de tres lugares desde donde tratará de consolidar el resultado de la elección. La provincia de Santa Fe es señalada como la principal vidriera, ya que, evaluaban anoche, será prácticamente el único distrito del país no alineado con el kirchnerismo. “La provincia tiene que ser un laboratorio de políticas públicas diferentes, porque nuestra posibilidad de crecer pasa por lograr mostrar otro camino. El error de la oposición fue criticar todo sin mostrar qué otro camino seguir”, apuntaba uno de los asesores del ex gobernador. La segunda vidriera será el interbloque legislativo. El ex gobernador no habló puntualmente de su provincia, donde puso mucho esfuerzo en no perder y donde al cierre de esta edición peleaba cabeza a cabeza. Los buenos números obtenidos en la Capital Federal no le aseguraban todavía la entrada de la tercera diputada porteña, pero sí la del economista Claudio Lozano y la de Cortina. Aunque no serán primera minoría en Diputados, el FAP se muestra seguro de mantener un interbloque que tenga una alta visibilidad en la Cámara baja. La tercera vidriera será la figura del propio Binner, porque la tradición política del país es la de los liderazgos individuales. Para potenciarlo, Binner ya tiene decidido ir al Congreso como legislador en 2013.

Fuente: Página 12