lunes, 20 de febrero de 2012

A falta de pan, buenas son las tortas

Uno de los faltantes que tiene la política argentina, es la ausencia de una oposición que enriquezca el debate y que construya, desde otro camino propuesto, un futuro previsible y equilibrado. En nuestro país eso está muy lejos de lograrse porque los líderes opositores, si cabe la expresión, están más escondidos que otra cosa, justificándose en que están de vacaciones. Quizás se encuentren intentando construir un discurso del que carecen, destinado a un electorado desde un lugar que no saben bien donde se encuentra, para lanzarse coherentemente y sin vacilaciones a la seducción de un sector no representado por el gobierno, por lo menos de la boca para afuera. Ya que las encuestas registran una aceptación mucho mayor del 54,11% como resultaron en las últimas elecciones.

Las necesidades de los grupos económicos de contar con quienes se opongan al gobierno para debilitarlo en el ámbito de la subjetividad de los ciudadanos opositores y apostar a mantener la esperanza opositora para enfrentarlo en las próximas elecciones. Los lleva a la búsqueda de esas espadas en el ámbito del periodismo, en reemplazo o por ausencia de quienes deberían naturalmente oponerse, aportando al proceso de crecimiento que vive la Argentina.

Además, existe un mercado de quejosos y discutidores seriales ávidos de argumentos para llenar sus discursos vacios de contenidos para empuñarlos, con el objetivo de pegarle al gobierno.

Desde hace rato que los periodistas que integran el staff de las grandes empresas periodísticas, ya estaban llenando ese vacío, pero tratando de cuidar algunas formas. Ante la necesidad de ocupar ese espacio, ahora se lanzan al estilo Lilita a pegarle al gobierno ya que la original, se borró.

Como dice el refrán: “A falta de pan, buenas son tortas”.

Fuente: http://juanchomilitante.blogspot.com/