sábado, 24 de marzo de 2012

A 36 años del golpe financiero de estado

El golpe financiero-militar de 1976 tuvo como objetivo desarticular la organización popular que sostenía el poder desarrollar el proyecto emancipador de Nuestra Argentina y Nuestra América.

Era necesario desaparecer a 30.000 y más compañeros para instalar el proyecto financiero neoliberal, que regará de miserias nuestra tierra. Los intereses imperialistas de las redes globales, las multinacionales y las oligarquías locales constituyeron una funesta alianza para pulverizar los sueños de las mayorías en pro de recuperar su sistemático saqueo de los pueblos.

El plan de la “entrega” fue ejecutado por los Martínez de Hoz y los Videla, que comienzan a ser formados ideológica y militarmente en la Escuela de las Americas de EEUU, escuela que sirvió de centro neurálgico para la realización del Plan Cóndor y de la Doctrina de la Seguridad Nacional.

El Golpe de Estado militar-civil es el instrumento que utilizaron los grupos financieros trasnacionales aliados a las oligarquías locales, para desarticular al proyecto nacional que venia desarrollándose y así poder imponer el proyecto Neoliberal. Para estos el enemigo numero uno era el Movimiento Obrero junto a los sectores de la Clase Media comprometida (pequeños empresarios-productores, cooperativistas, y trabajadores profesionales, técnicos y estudiantes).

El primer objetivo a desarticular fueron las agrupaciones militantes, la CGT de los Argentinos, las organizaciones sindicales de base y sectores del Movimiento Estudiantil. Basta con ver que en las primeras horas del Golpe el odio cayó con ferocidad sobre doscientos trabajadores delegados de base en Córdoba; centenares de secuestros y arrestos en la estratégica franja industrial que iba desde el Gran Rosario hasta San Nicolás; y además sobre los sectores movilizados del movimiento estudiantil. Hay que rescatar que el 46 % de los desaparecidos eran trabajadores, hecho minuciosamente planificado para fracturar y debilitar al movimiento obrero.

Como pueblo es fundamental que profundicemos los análisis sobre qué intereses económicos impulsaron y provocaron el golpe en nuestro país, y cuál fue el proyecto que trataron de imponer en Latinoamérica. Comprender que fue un plan orquestado, por los intereses imperialistas de EEUU, para volver a sumergir en la dependencia a la gran nación Latinoamericana, para beneficiar a los sectores financieros. Este plan necesitó la exterminar a 30.000 cuadros militantes políticos.

Los sectores financieros neoliberales desarrollaron una guerra ideológica para que olvidemos la historia, para que miremos solo el futuro, ni presente y menos un pasado de victorias; todo esto para que se puedan repetir los errores y nunca reencontremos el camino. Para instalar profundamente que ese periodo fue una lucha entre dos grupos de “desquiciados”, justificando con la Teoría de los Dos Demonios el Estado Imperialista de Terror, sus intelectuales desarrollaron la Teoría del “fin de la historia” y del posmodernismo para que vivamos sin pasado y sin presente; y así ellos profundizaban la imposición de su proyecto.

No nos podemos quedar en el recuerdo retórico reivindicativo de las banderas de lucha, así como tampoco podemos creer que una situación democrática Formal-Superficial soluciona los problemas, porque fue en los noventa en una situación democrática formal que siguieron profundizando y consolidando el proyecto neoliberal de desocupación, pobreza, desmovilización política y desmoralización cultural.


A partir de un análisis de la historia, de nuestras victorias y de nuestras derrotas, es que podremos retomar las banderas de lucha que nos permitan generar y desarrollar organización, donde teniendo como base las necesidades del pueblo, vayamos caminando nuevamente hacia el Proyecto Nacional Popular Latinoamericano.

Las tareas históricas de liberación nacional-latinoamericana, para concretar nuestra definitiva independencia, vuelven a aparecer como fundamentales, necesarias y con inmejorables condiciones objetivas para su resolución.

La crisis financiera global, que no es más que la lucha de intereses financieros imperialistas, abre la Oportunidad Histórica para que los pueblos y naciones oprimidas por los imperios se levanten.

Nuestro desafió es poder desarrollar organización, movilización, la articulación y la conciencia populares, para construir la fuerza que nos permita avanzar y profundizar en la construcción de la Patria Grande.

Este 24 de marzo no se cumplen 36 años del Golpe de Estado de 1976, en realidad son 36 años que venimos que caminando para que los compañeros vuelvan con nosotros siendo proyecto, canto, sueños y pueblo.

A 36 años del golpe genocida retomemos los sueños de los 30.000 luchadores y construyamos un proyecto Nacional, Popular y Latinoamericano.

ENPL (Encuentro Nacional Popular Latinoamericano)