viernes, 16 de marzo de 2012

Ellos, nosotros, y el discurso de la presidenta

La diferencia entre ellos y nosotros es que ellos se ponen felices cuando la presidenta tiene un desliz. La diferencia es que ellos están esperando ansiosamente que algo salga mal, que alguien pise el palito. Nosotros queremos mejorar lo que está bien y enderezar lo que está mal.

La diferencia entre ellos y nosotros es que ellos especulan con las tragedias. Nosotros queremos evitarlas.

Ellos disfrutan que la presidenta se la agarre con los docentes. Reciben con sonrisas y especulaciones una frase desafortunada. Para ellos, eso confirma que la presidenta no está del lado de los trabajadores y las trabajadoras. No lo confirma el aumento de salarios, las jubilaciones, la mayor inversión en educación pública. No la asignación universal por hijo. Todo eso son cortinas de humo, dicen.

La diferencia entre ellos y nosotros es que para ellos todo es discurso. Qué paradójico. La asignación universal por hijo es puro discurso, y el discurso del otro día es un hecho de tanta hechura que merece todos los descalificativos posibles.

Nosotros no nos alegramos cuando la presidenta dice que los maestros tienen tres meses de vacaciones. Se equivoca la presidenta, y nos alegramos de apoyar una presidenta que se equivoca. Habla bien de nosotros, de nuestro sentido crítico, no dogmático. Como dijo Néstor Kirchner, la militancia está para mostrar los errores y proponer superaciones.

Tampoco nos pone felices que la presidenta piense que no hay que reformar la ley de entidades financieras de la dictadura. Nosotros militamos el proyecto de ley del compañero Heller y el bloque de Nuevo Encuentro, nosotros llevamos a la Facultad de Ciencias Sociales su propuesta, nosotros juntamos firmas. Y vamos a seguir hasta convencer a la presidenta de que la ley de la dictadura debe ser enterrada. Pero festejamos que la presidenta impulse la modificación de la carta orgánica del central, incluyendo muchos de los artículos que proponíamos para la ley de servicios financieros.

La gran diferencia es que ellos pueden ser de derecha o de izquierda, y lo mismo les da juntarse que enfrentarse. Nosotros tenemos un rumbo, sabemos para dónde queremos ir y con quién. No nos cruzamos en el camino con los que hundieron el país y ahora proponen las mismas recetas que ya fracasaron. Nosotros somos parte del 54%, de la gran mayoría popular que apoya a esta presidenta, y estamos orgullosos y orgullosas de serlo. Allá ellos.

Por Organización Popular Hormigonera

Fuente: http://www.hormigonera.org/