martes, 10 de abril de 2012

Yerba brava

El aumento desorbitado de la yerba sólo se explica por maniobras especulativas de los molinos y las grandes cadenas de comercialización.

Con el descomunal aumento de la yerba estamos frente a varios dilemas, por un lado el del enamorado que ya no sabe si invitar a su amada con unos amargos o llevarla directamente a cenar, por otro, el del gobierno, colocado ante un problema que en todos los casos lo expone al cachetazo. Si deja librado el precio del producto a "las fuerzas del mercado", es probable que de un momento a otro salgan planes para comprar un kilo con tarjeta en seis cuotas sin interés y si pone coto a este libre albedrío se lo acusará de "embestir" contra la libre empresa y "distorsionar los precios relativos"

¿Qué ha pasado? A mediados de marzo el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la nación autorizó al primer eslabón de la cadena, los productores, un aumento para el kilo de hoja verde que lo llevó de 0,90 centavos a 1,70 y entró en vigencia a partir del 1 de abril. Automáticamente, el precio de venta al público se disparó y ello es responsabilidad de los molinos, los distribuidores y las grandes cadenas de comercialización que, teniendo stock en base a los precios del año pasado toman este aumento como coartada para realizar una remarcación que les significa un incremeneto fabuloso de sus ganancias.

Valga consignar que este precio de 1,70 por kilo de hoja verde recién empezó a regir el 1 de abril y  que el proceso de recolección acaba de comenzar y durará hasta junio para luego ser estivada durante un año, de modo  que recién ahí llegará a las góndolas. A todas luces, estamos ante una maniobra especulativa de extrema ferocidad.

Desde el ministro Norberto Yahuar, hasta el director nacional del Instituto de la Yerba Mate, Carlos Ortt, pasando por Salvador Torres, de la cooperativa que produce la yerba Titrayjú, todos coinciden que el precio por kilo no puede superar los 18 pesos en el mostrador cuando se está pagando en algunos casos hasta 44 pesos por alguna marca premiun.

Daría la impresión que ahora le toca mover a la Secretaría de Comercio Interior y, como es de esperar, cualquier medida que tome para frenar los aumentos desmedidos en la yerba será relatada por el "periodismo independiente" como "un nuevo atropello a la libertad de mercado".

Sólo es cuestión de esperar...

Fuente: Diario Registrado