El Software Libre es la herramienta que nace en contraposición a la injusticia. Nos enseña a compartir, a través del entendimiento del software de manera diferente, como un organismo evolutivo en una comunidad, un ecosistema. Para poder entender lo anterior, podemos partir de una metáfora para ejemplificar qué diferencias existen entre el Software Libre y el Software Privativo.
Tratemos de imaginar la composición de un ecosistema a grandes rasgos. Sin entrar en detalles técnicos, este ecosistema se compondrá de dos entes principales: los seres vivos y los objetos inertes.
Los seres vivos tienen la capacidad de evolucionar individual o comunitariamente, adaptándose así al medio que los contiene. Lo particular de esta situación es cómo todos los organismos vivientes de un ecosistema se necesitan uno al otro, formando relaciones simbióticas de inter-dependencia. Incluso una vez muertos abonan la tierra. El Software libre trabaja de manera similar. Se crea con el fin de aportar a una comunidad, satisfaciendo alguna necesidad particular. Una vez satisfecha esta necesidad, el Software libre abona a otros proyectos, con el código liberado.
Trabajemos un ejemplo para hacer más clara la idea.
Imagínese que deseamos programar una calculadora. Para satisfacer esta necesidad, tenemos dos opciones:
Programamos de cero toda la calculadora: sus funciones matemáticas, sus constantes y toda la lógica de la aplicación. Una vez terminado, cerramos el código para que nadie lo copie y nos transformamos en los dueños de una Piedra (más adelante veremos por qué).
Utilizando funciones matemáticas definidas por desarrolladores de otros lugares del mundo y combinándolas con el conocimiento disponible, construimos una aplicación con la ayuda de la comunidad. Podemos, incluso, hacer una calculadora científica en una fracción del tiempo necesario que tomaría programarla de cero. Una vez terminada, facilito el código abierto al mundo para que algún día tal vez ayude a otro proyecto, devolviéndole a la comunidad la ayuda que dio al proyecto. (Creamos vida)
En el segundo ejemplo, podemos ver el potencial del software libre, mientras que en el primero se presenta una de las más grandes zonceras del Software, “creo mi aplicación y la cierro, para que nadie me robe la idea”.
Para poder entender por qué ésto es una contradicción, en contra de los intereses del verdadero desarrollo de software, tenemos que prestar atención al mundo inerte dentro de un ecosistema. Una piedra está compuesta por minerales, no evoluciona, no se adapta, puede ser moldeada sólo por circunstancias exógenas.
Es cierto que las piedras cambian su composición a lo largo de los años, pero su velocidad de cambio es avasallada por aquella de los seres vivientes, dado que éstos aprovechan su capacidad de trabajo conjunto para establecer un orden y un equilibrio, se influyen unos a otros, se necesitan unos a otros.
¿Cuál es el sentido, entonces, de crear un objeto inerte?
Pueden existir muchas razones. A veces, es una necesidad o una obligación. Lo que tenemos que entender es la pérdida que significa crear un software propietario, tanto para nosotros mismos como para nuestro software y para la comunidad, generalmente, cuando existe un interés de los sectores del capital.
Durante muchos años, hasta el día de hoy, se entiende al software únicamente como una mercancía y herramienta, intrínsecamente ligada con el dinero y el concepto de exclusividad. Pero el software es más que una herramienta, es también un arte, un poderoso y nuevo motor para la transmisión de ideas. No sólo podemos usar el software para fines instrumentales, podemos desarrollar libros, dibujos, modelos de objetos que no existen en la vida real, juegos, procesadores de texto, entre tantas otras cosas.
Si limitamos las posibilidades de creación para suplir las ambiciones y necesidades de un sector reducido, estamos cometiendo un error muy grave, estancando la posibilidad de evolución y no sabiendo aprovechar la más sabia de las inteligencias: la colectiva.
Dijimos más arriba que el software libre nace en contraposición a la injusticia. Cada vez más, en la época en que vivimos, los medios electrónicos son el mecanismo predilecto de comunicación. Aún así, se prefiere limitar el acceso a los bloques constructores de esta comunicación, el software. La injusticia que crea el software propietario no es un problema de precio, es un problema de libertad. Es la ineludible realidad de que debemos ser libres para entender las herramientas que usamos y el mundo en que vivimos y tenemos el derecho de hacerlo.
Hay diversos ejemplos del triunfo del Software Libre. Quizás uno de los más conocidos sea Wikipedia, hoy la enciclopedia mas importante del mundo y el tercer sitio más visitado. El secreto de Wikipedia es que confía el contenido a la comunidad, generando el cúmulo de conociendo más completo hasta ahora. Seguramente algunos pensarán “Si es abierto y libre, ¿Cómo evito que me hagan una maldad?” . El General Juan D. Perón, siempre actualizado dijo una vez: “¿cómo se generan las autodefensas? El protector de ella es el microbio, germen patógeno que entra al organismo, que a su vez genera sus propios anticuerpos, de los que salen las vacunas, las inmunidades que crea la propia enfermedad. Esos microbios generan esos anticuerpos y son estos anticuerpos las autodefensas del organismo.”
Otro ejemplo es el navegador de internet Firefox, que desplazó del mercado al Internet Explorer totalmente, al punto que el 37% de las descargas totales de todo el mundo del Internet Explorer son el Firefox.
En Uruguay se están utilizando unas distribuciones de Linux para las netbooks en los colegios primarios. El software está tan avanzado que los chicos en tercer grado ya pueden armar mapas conceptuales.
Para una persona que no es informática el concepto de Software libre puede resultar algo extraño. Un artista no se imagina pagando por cada color que necesita para hacer una pintura, por los modelos que copia o por el permiso de ser influenciado por obras de arte anteriores a él. Un escritor consideraría ridícula la idea de tener que comprar packs de párrafos para poder seguir escribiendo.
Hay varias razones por las cuales se sabe poco del software, una de ellas es la colonización pedagógica. En la década de los 90´ el boom tecnológico en Latinoamérica lo sufrimos recibiendo todos los rezagos informáticos de las multinacionales extranjeras, impidiendo el desarrollo autónomo y siquiera la idea de fabricar software.
El software es fácil de fabricar en proporción a otras industrias. Para hacer Software se necesita tiempo e ideas. Las ideas son peligrosas para el colonialismo, porque generan identidad y conciencia de situaciones de injusticia, así que aislar al software a un concepto elitista es la forma ideal de acabar con la discusión.
¿Por qué abogamos por el software libre? No es para tener jueguitos gratis, es porque el software es un motor de comunicación conceptual y un mecanismo de desarrollo intelectual. El software, como lo fue la escritura, es un elemento emancipador que no podemos importar del extranjero, que debemos crear de acuerdo a nuestras necesidades y nuestra coyuntura socio-política particular. Importar software no es sólo importar software, es importar ideas, importar pensamiento. Fomentar y perpetuar la dependencia, la eterna minoría de edad de Latinoamérica.
“…donde hay una necesidad hay un derecho…”
Tenemos derecho a ser Libres y fomentar nuestra libertad, es imperante que entendamos la diferencia, entre lo gratis y lo emancipador. Bill Gates en una oportunidad, durante una entrevista en Argentina, respondió que Microsoft tenía la posibilidad de eliminar todas las copias ilegales de Windows del mundo, pero no lo hacía porque de esa forma se aseguraba ser la Lengua Franca. El negocio de estos capitales está en generar dependencia, en que nuestros hijos mamen su porquería y crezcan pensando que el software privativo es un componente más de la computadora. La batalla por la liberación nacional se da también en el ambiente tecnológico, nuestra responsabilidad es dar la batalla.
Como militantes de un proyecto nacional popular y latino americano, nuestra responsabilidad es comunicar qué es el software libre a nuestros compañeros y defenderlo como una de las herramientas de emancipación tecnológica que nos va a permitir ser libres.
La definición según la Fundación de Software Libre:
El «software libre» es una cuestión de libertad, no de precio. Para entender el concepto, debería pensar en «libre» como en «libre expresión», no como en «barra libre».
El software libre es una cuestión de la libertad de los usuarios de ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software. Más precisamente, significa que los usuarios de programas tienen las cuatro libertades esenciales.
-La libertad de ejecutar el programa, para cualquier propósito (libertad 0).
-La libertad de estudiar cómo trabaja el programa, y cambiarlo para que haga lo que usted quiera (libertad 1). El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
-La libertad de redistribuir copias para que pueda ayudar al prójimo (libertad 2).
-La libertad de distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros (libertad 3). Si lo hace, puede dar a toda la comunidad una oportunidad de beneficiarse de sus cambios. El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
Fuente: Pejoteros
GNU
LINUX
GNU/LINUX
Tratemos de imaginar la composición de un ecosistema a grandes rasgos. Sin entrar en detalles técnicos, este ecosistema se compondrá de dos entes principales: los seres vivos y los objetos inertes.
Los seres vivos tienen la capacidad de evolucionar individual o comunitariamente, adaptándose así al medio que los contiene. Lo particular de esta situación es cómo todos los organismos vivientes de un ecosistema se necesitan uno al otro, formando relaciones simbióticas de inter-dependencia. Incluso una vez muertos abonan la tierra. El Software libre trabaja de manera similar. Se crea con el fin de aportar a una comunidad, satisfaciendo alguna necesidad particular. Una vez satisfecha esta necesidad, el Software libre abona a otros proyectos, con el código liberado.
Trabajemos un ejemplo para hacer más clara la idea.
Imagínese que deseamos programar una calculadora. Para satisfacer esta necesidad, tenemos dos opciones:
Programamos de cero toda la calculadora: sus funciones matemáticas, sus constantes y toda la lógica de la aplicación. Una vez terminado, cerramos el código para que nadie lo copie y nos transformamos en los dueños de una Piedra (más adelante veremos por qué).
Utilizando funciones matemáticas definidas por desarrolladores de otros lugares del mundo y combinándolas con el conocimiento disponible, construimos una aplicación con la ayuda de la comunidad. Podemos, incluso, hacer una calculadora científica en una fracción del tiempo necesario que tomaría programarla de cero. Una vez terminada, facilito el código abierto al mundo para que algún día tal vez ayude a otro proyecto, devolviéndole a la comunidad la ayuda que dio al proyecto. (Creamos vida)
En el segundo ejemplo, podemos ver el potencial del software libre, mientras que en el primero se presenta una de las más grandes zonceras del Software, “creo mi aplicación y la cierro, para que nadie me robe la idea”.
Para poder entender por qué ésto es una contradicción, en contra de los intereses del verdadero desarrollo de software, tenemos que prestar atención al mundo inerte dentro de un ecosistema. Una piedra está compuesta por minerales, no evoluciona, no se adapta, puede ser moldeada sólo por circunstancias exógenas.
Es cierto que las piedras cambian su composición a lo largo de los años, pero su velocidad de cambio es avasallada por aquella de los seres vivientes, dado que éstos aprovechan su capacidad de trabajo conjunto para establecer un orden y un equilibrio, se influyen unos a otros, se necesitan unos a otros.
¿Cuál es el sentido, entonces, de crear un objeto inerte?
Pueden existir muchas razones. A veces, es una necesidad o una obligación. Lo que tenemos que entender es la pérdida que significa crear un software propietario, tanto para nosotros mismos como para nuestro software y para la comunidad, generalmente, cuando existe un interés de los sectores del capital.
Durante muchos años, hasta el día de hoy, se entiende al software únicamente como una mercancía y herramienta, intrínsecamente ligada con el dinero y el concepto de exclusividad. Pero el software es más que una herramienta, es también un arte, un poderoso y nuevo motor para la transmisión de ideas. No sólo podemos usar el software para fines instrumentales, podemos desarrollar libros, dibujos, modelos de objetos que no existen en la vida real, juegos, procesadores de texto, entre tantas otras cosas.
Si limitamos las posibilidades de creación para suplir las ambiciones y necesidades de un sector reducido, estamos cometiendo un error muy grave, estancando la posibilidad de evolución y no sabiendo aprovechar la más sabia de las inteligencias: la colectiva.
Dijimos más arriba que el software libre nace en contraposición a la injusticia. Cada vez más, en la época en que vivimos, los medios electrónicos son el mecanismo predilecto de comunicación. Aún así, se prefiere limitar el acceso a los bloques constructores de esta comunicación, el software. La injusticia que crea el software propietario no es un problema de precio, es un problema de libertad. Es la ineludible realidad de que debemos ser libres para entender las herramientas que usamos y el mundo en que vivimos y tenemos el derecho de hacerlo.
Hay diversos ejemplos del triunfo del Software Libre. Quizás uno de los más conocidos sea Wikipedia, hoy la enciclopedia mas importante del mundo y el tercer sitio más visitado. El secreto de Wikipedia es que confía el contenido a la comunidad, generando el cúmulo de conociendo más completo hasta ahora. Seguramente algunos pensarán “Si es abierto y libre, ¿Cómo evito que me hagan una maldad?” . El General Juan D. Perón, siempre actualizado dijo una vez: “¿cómo se generan las autodefensas? El protector de ella es el microbio, germen patógeno que entra al organismo, que a su vez genera sus propios anticuerpos, de los que salen las vacunas, las inmunidades que crea la propia enfermedad. Esos microbios generan esos anticuerpos y son estos anticuerpos las autodefensas del organismo.”
Otro ejemplo es el navegador de internet Firefox, que desplazó del mercado al Internet Explorer totalmente, al punto que el 37% de las descargas totales de todo el mundo del Internet Explorer son el Firefox.
En Uruguay se están utilizando unas distribuciones de Linux para las netbooks en los colegios primarios. El software está tan avanzado que los chicos en tercer grado ya pueden armar mapas conceptuales.
Para una persona que no es informática el concepto de Software libre puede resultar algo extraño. Un artista no se imagina pagando por cada color que necesita para hacer una pintura, por los modelos que copia o por el permiso de ser influenciado por obras de arte anteriores a él. Un escritor consideraría ridícula la idea de tener que comprar packs de párrafos para poder seguir escribiendo.
Hay varias razones por las cuales se sabe poco del software, una de ellas es la colonización pedagógica. En la década de los 90´ el boom tecnológico en Latinoamérica lo sufrimos recibiendo todos los rezagos informáticos de las multinacionales extranjeras, impidiendo el desarrollo autónomo y siquiera la idea de fabricar software.
El software es fácil de fabricar en proporción a otras industrias. Para hacer Software se necesita tiempo e ideas. Las ideas son peligrosas para el colonialismo, porque generan identidad y conciencia de situaciones de injusticia, así que aislar al software a un concepto elitista es la forma ideal de acabar con la discusión.
¿Por qué abogamos por el software libre? No es para tener jueguitos gratis, es porque el software es un motor de comunicación conceptual y un mecanismo de desarrollo intelectual. El software, como lo fue la escritura, es un elemento emancipador que no podemos importar del extranjero, que debemos crear de acuerdo a nuestras necesidades y nuestra coyuntura socio-política particular. Importar software no es sólo importar software, es importar ideas, importar pensamiento. Fomentar y perpetuar la dependencia, la eterna minoría de edad de Latinoamérica.
“…donde hay una necesidad hay un derecho…”
Tenemos derecho a ser Libres y fomentar nuestra libertad, es imperante que entendamos la diferencia, entre lo gratis y lo emancipador. Bill Gates en una oportunidad, durante una entrevista en Argentina, respondió que Microsoft tenía la posibilidad de eliminar todas las copias ilegales de Windows del mundo, pero no lo hacía porque de esa forma se aseguraba ser la Lengua Franca. El negocio de estos capitales está en generar dependencia, en que nuestros hijos mamen su porquería y crezcan pensando que el software privativo es un componente más de la computadora. La batalla por la liberación nacional se da también en el ambiente tecnológico, nuestra responsabilidad es dar la batalla.
Como militantes de un proyecto nacional popular y latino americano, nuestra responsabilidad es comunicar qué es el software libre a nuestros compañeros y defenderlo como una de las herramientas de emancipación tecnológica que nos va a permitir ser libres.
La definición según la Fundación de Software Libre:
El «software libre» es una cuestión de libertad, no de precio. Para entender el concepto, debería pensar en «libre» como en «libre expresión», no como en «barra libre».
El software libre es una cuestión de la libertad de los usuarios de ejecutar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software. Más precisamente, significa que los usuarios de programas tienen las cuatro libertades esenciales.
-La libertad de ejecutar el programa, para cualquier propósito (libertad 0).
-La libertad de estudiar cómo trabaja el programa, y cambiarlo para que haga lo que usted quiera (libertad 1). El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
-La libertad de redistribuir copias para que pueda ayudar al prójimo (libertad 2).
-La libertad de distribuir copias de sus versiones modificadas a terceros (libertad 3). Si lo hace, puede dar a toda la comunidad una oportunidad de beneficiarse de sus cambios. El acceso al código fuente es una condición necesaria para ello.
Fuente: Pejoteros
GNU
LINUX
GNU/LINUX
