Por Gerardo Fernández
Finalmente el gobierno nacional envió los fondos que la provincia necesita para terminar de pagar el aguinaldo. Todo hace suponer que Scioli no tiene espacio para jugar por fuera del Frente para la Victoria
El martes pasado hubo muchos gestos de distensión en el acto que Cristina Fernández de Kirchner y Daniel Scioli compartieron en el Mercado Central. Si a esto se le suma que en La Plata se respiraba un clima menos recargado, quienes siguen el minuto a minuto de la política provincial sospechaban que algo se estaba negociando. En apariencia, uno de los temas sensibles que sirvió para apurar el auxilio de Casa Rosada a la provincia habría sido el intento desesperado del gobernador de negociar la extensión de la licencia a los bingos en términos absolutamente desventajosos justo cuando en algunos pasillos, precisamente, se viene rumoreando que el gobierno nacional tendría en carpeta algún proyecto para reformular el juego en el país.
Se rumorea también que la presidenta pidió ver todos los números de la provincia a través de Hernán Lorenzino, uno de los hombres que mejor los conoce, para tomar la decisión que se conoció en la tarde de hoy de enviar los 600 millones que salen de ANSES y avalar el bono para saldar la deuda con los proveedores.
Seguramente esto tendrá traducciones políticas que se verán con el transcurso de los días. Habrá que ver cómo se mueve Daniel Scioli, cómo reacciona respecto, por ejemplo, a Hugo Moyano, y qué actitud tomarán las principales espadas del kirchnerismo en la política bonaerense.
La minicrisis parece haber concluido y tanto la presidenta como el gobernador demuestran capacidad para seguir coexistiendo aunque en los hechos, todo indica que Daniel Scioli ha entendido que sin el respaldo del gobierno nacional y sin mejorar la gestión en términos de gestión y recaudación, llegar a 2015 le resultará un calvario.
Fuente: Diario Registrado
Finalmente el gobierno nacional envió los fondos que la provincia necesita para terminar de pagar el aguinaldo. Todo hace suponer que Scioli no tiene espacio para jugar por fuera del Frente para la Victoria
El martes pasado hubo muchos gestos de distensión en el acto que Cristina Fernández de Kirchner y Daniel Scioli compartieron en el Mercado Central. Si a esto se le suma que en La Plata se respiraba un clima menos recargado, quienes siguen el minuto a minuto de la política provincial sospechaban que algo se estaba negociando. En apariencia, uno de los temas sensibles que sirvió para apurar el auxilio de Casa Rosada a la provincia habría sido el intento desesperado del gobernador de negociar la extensión de la licencia a los bingos en términos absolutamente desventajosos justo cuando en algunos pasillos, precisamente, se viene rumoreando que el gobierno nacional tendría en carpeta algún proyecto para reformular el juego en el país.
Se rumorea también que la presidenta pidió ver todos los números de la provincia a través de Hernán Lorenzino, uno de los hombres que mejor los conoce, para tomar la decisión que se conoció en la tarde de hoy de enviar los 600 millones que salen de ANSES y avalar el bono para saldar la deuda con los proveedores.
Seguramente esto tendrá traducciones políticas que se verán con el transcurso de los días. Habrá que ver cómo se mueve Daniel Scioli, cómo reacciona respecto, por ejemplo, a Hugo Moyano, y qué actitud tomarán las principales espadas del kirchnerismo en la política bonaerense.
La minicrisis parece haber concluido y tanto la presidenta como el gobernador demuestran capacidad para seguir coexistiendo aunque en los hechos, todo indica que Daniel Scioli ha entendido que sin el respaldo del gobierno nacional y sin mejorar la gestión en términos de gestión y recaudación, llegar a 2015 le resultará un calvario.
Fuente: Diario Registrado