sábado, 29 de septiembre de 2012

Los que atacan a Cristina fortalecen el proyecto

Los ciudadanos comunes no tenemos toda la información que desearíamos para evaluar adecuadamente lo que está pasando en el mundo de la política. Nutriéndonos de toda la información que se encuentra a nuestro alcance, la que Iremos incorporando, según nuestro grado de interés y las posibilidades que nos brinda nuestra capacidad de interpretación. Información que nos permitirá construir un juicio propio sobre lo que pensamos que está sucediendo en los distintos ámbitos políticos. Tratando de interpretar lo que los distintos analistas nos ofrecen como elementos determinantes, para que de esa manera podamos construir nuestra propia visión de las cosas.

Es decir, que para nosotros, no solo es importante lo que piensan quienes defienden nuestra posición, siendo también importante interpretar las opiniones de quienes se oponen a la idea política a la que adherimos. Los que cumplen la función de completar un discurso más abarcativo de la realidad en la que estamos inmersos.

Cuando concretamente, vemos a los estudiantes argentinos que estudian en las universidades más elitistas y con matrículas fuera del alcance de los que integramos los distintos estratos económicos del pueblo, aprovecharse de las circunstancias para realizarle a nuestra Presidenta las preguntas que puedan molestarla, para atacarla políticamente y fastidiarla tratando de desestabilizarla emocionalmente, enojándola. Rápidamente, para los que estamos observando el evento a través de nuestras pantallas, ese ataque nos completa la información que necesitábamos para organizar nuestras ideas. Ya que quienes, cumplían con ese mandato de fastidiar, instruidos por sus mandantes que elaboraron las preguntas, nos llevaron rápidamente a comprender acabadamente, sin proponérselo, que los intereses contrarios a nuestro proyecto nacional y popular, dolidos por el avance del mismo, estallan escrachando a nuestros máximos funcionarios, con actos de baja estofa, descargando la ira que les provocan los éxitos del gobierno y la inteligencia desplegada por nuestra máxima representante en los foros internacionales. Porque convengamos que quienes nos atacan y de la forma que lo hacen, también nos ayudan a arribar a conclusiones importantes.

La primera conclusión es que los máximos opositores a nuestro proyecto, son los que se encuentran en los lugares de privilegio de la sociedad argentina y los que gozan de las mayores ventajas y beneficios que otorga nuestra desigual economía. Siendo estos, los mayores poseedores de los bienes de nuestro país, quienes se comportan agresivamente con nuestra Presidenta, contrariamente a como lo hacían con quien condujera políticamente nuestros destinos, durante la década de los años noventa. 

La segunda conclusión, es que esa oposición muy poderosa económicamente, no tiene dentro de los partidos políticos de la oposición, quien los represente políticamente, lo que los ha llevado a manifestarse públicamente, organizándose a través de las redes sociales, haciendo catarsis con el golpeteo de las cacerolas. Tratando de preservar sus posiciones políticas, atacando personalmente y cobardemente a nuestra Presidenta, fuera del país. Mostrándose de esa manera desprolijos, impotentes y agresivos, producto de la frustración que les provoca comprobar que sus ideas, ya no seducen como en otras épocas al pueblo argentino. Un pueblo que en estos tiempos, sabe muy bien de que se trata.

La tercera conclusión, es que los que tenemos intereses contrapuestos con quienes siempre accedieron a las tajadas más voluminosas de nuestra economía, son quienes se muestran siempre alertas y agazapados tratando de desestabilizar, utilizando cualquiera de los medios que están a su alcance. Quienes se irritan grandemente, cuando advierten que el principal opositor al gobierno, que maneja monopólicamente la prensa argentina, tiene fecha de vencimiento en los primeros días del mes de diciembre, cuando estará obligado por la justicia argentina, a desinvertir y a desprenderse de su posición monopólica.

Pudiendo concluirse, que dejando de lado los ataques a Cristina, que los hemos interpretado dirigidos al corazón de nuestro proyecto y por lo tanto un ataque a nosotros mismos. Debemos agradecerles el gran favor que nos han hecho, de ayudarnos a comprender el momento que vivimos, al advertirnos sobre la necesidad de unirnos decididamente alrededor de nuestra Presidenta, quien representa nuestros mayores anhelos y aspiraciones.

Fuente: Política y militancia