jueves, 13 de septiembre de 2012

Me dicen: "cacerolazo". Les digo: "midan"

Apuntes sobre el "cacerolazo" de hoy

    * En principio, no importa la "cantidad" de gente para el análisis. Sabemos que hay un núcleo de gente -que es muy importante en cantidad- que está enojada con el Gobierno hoy. No es "mayoría" ni "primera minoría" pero es muy importante en cantidad. Con lo cual las cuentas de cuánto pueden movilizar no son tan relevantes. Sean muchísimos o poquísimos los que "salgan a la calle".
    * Ocurre lo mismo, por ejemplo, con Hugo Moyano y su Plaza de Mayo o con Facundo Moyano y su Luna Park. No importa cuánta gente llevan. Son bastantes y deberían ser todos "votantes kirchneristas". Si hoy, ponele, no lo son, esto debe ser motivo de un análisis complejo, no un análisis "contable".
    * La necesidad de los sectores medios urbanos de "hacer política por mano propia" es más que nada un fracaso de la dirigencia política opositora. Esta gente busca una representación. Es un electorado en busca de un candidato.
    * Es decir: el mayor problema acá lo tiene la oposición que debería estar representando cabalmente a esta gente y no lo está. No lo está porque el único "candidato presidencial" que queda con los dos pies parados en el espectro opositor es Hermes Binner, que es un candidato que en las últimas elecciones sacó el 16,8 por ciento de los votos, que es unos 800 mil votos menos de lo que sacó Carrió en 2007.
    * A mí me preocupa cuando se amontona mucha gente sin representación. Me preocupa cuando no tienen representación, son bastantes y se pasan de enojo. Se enojan con "los diferentes" y se enojan con aquellos que no los representan. A mí me preocupa.
    * El hecho de que vayan a "peticionar" a Plaza de Mayo habla, a su vez, de que la presidenta Cristina Kirchner es un actor político muy relevante al cual es verosímil ir a "reclamarle" cosas. "Ventanilla única para reclamos", hoy, septiembre de 2012,  la primera mandataria está en el centro de la escena política.
    * Hay un solo problema que comparte el sector "más enojado" de estas personas "de a pie" que se oponen al oficialismo y los dirigentes de la oposición, me parece. Lo explico. Acá para "ser opositor" hay dos estrategias posibles:

Una es la de la Alianza del 97 en adelante. Respeto el "clima de época", hay cosas que no se tocan, marco diferencias marginales. Mis planteos los hago aparecer como centrales y muy relevantes, pero son marginales. "La convertibilidad no se toca". Me posiciono así y acumulo desde ahí. Pienso igual que estos sectores "muy enojados" o los dirigentes "muy opositores" no están en esta. Quizás Binner quiera posicionarse en ese "centro del clima de época". Quizás el compañero Scioli o algún otro peronista quiera hacerlo en algún momento, no lo sabemos.

- La otra estrategia posible es la de "ruptura" con el clima de época. Es decir, muy queridos míos: decidirse a ser de centroderecha sin ningún tipo de vergüencita, lo cual, en la Argentina de hoy no te sirve para ganar, pero sí te tiene que servir para acumular un núcleo de votos que, me parece, puede ir del 20 al 30 si lo hacés bien.  O sea: esto implica, por ejemplo, dejar de lado las dos consignas principales que quieren mostrar hoy, que son "no a la re-reelección" y "contra la inseguridad", que son consignas "de centro". Y en lugar de eso animarse a expresar lo que muchos quieren expresar. ¿Y qué es? Una agenda neta de centro derecha. Que quieren dólares, que no quieren controles del Estado, que no quieren empresas del Estado, que no están de acuerdo con la no represión de la protesta social, que no están de acuerdo con una política de seguridad que no hace centro en lo represivo, que no están de acuerdo con la Asignación Universal por Hijo, que no están de acuerdo con los nuevos jubilados de la moratoria previsional, que no están de acuerdo con que los salarios en la Argentina sea costosos de pagar, que no están de acuerdo con que los alumnos de escuelas públicas reciban netbooks a cambio de nada. Expresar bien claramente que, a diferencia del 2001, cuando se juntaron con "los de abajo" porque tenían "miedo de caer" ahora a lo que le tienen es miedo a que "los negros" de "abajo" lleguen a subir mucho más.
Una agenda neta y concreta de centro-derecha sin vergüenza. Que no me hable de cosas abstractas. De "países serios" ni de "calidad institucional" ni de "crispación" ni de "diálogo y consenso". Que me hable de dólares, de palos y en contra de financiar vagos.
Insisto. Con eso no van a ganar "de una". Pero pueden volverse contraculturales, acumular una cantidad interesante de votos y agazaparse para cuando el péndulo del clima de época los favorezca.
Mucha gente, entre la que me cuento, trataremos de impedirlo a como dé lugar.
Pero bueno, así es la democracia, compañeras y compañeros.

Fuente: Mide / No mide