El avión oficial del presidente de Bolivia partió esta madrugada del aeropuerto de Viena luego de que varios países europeos le hubieran prohibido sobrevolar su espacio aéreo ante la sospecha de que en ese vuelo iba el exespía norteamericano Edward Snowden. Cristina calificó la situación como "humillante".
Finalmente, Evo Morales y su comitiva salieron rumbo a las islas Canarias para hacer allí una escala técnica en su camino a La Paz, después de que España diera permiso para que la nave cruce el espacio aéreo de regreso a la capital boliviana.
El escándalo comenzó cuando el avión que llevaba al presidente de Bolivia de regreso desde Moscú, debió hacer un aterrizaje forzado en Viena. Desde la capital austríaca habían cancelado el plan de vuelo ya que había sospechas de que la aeronave trasladaba al exagente de seguridad estadounidense Edward Snowden, reclamado por su país por violar secretos de espionaje.
Francia, Portugal y España le negaban hacer escala para recargar combustible al avión en el que viajaba el mandatario boliviano por una sospecha “totalmente infundada”, según aseguró el canciller boliviano, David Choquehuanca, a través de una conferencia de prensa.
Morales definió la detención como una "agresión a América Latina" y "un secuestro". "Esto es un pretexto sobre todo para tratar de amedrentarme, para intimidarme y escarmentarme. Un pretexto sobre todo para tratar de acallarnos en la lucha contra las políticas económicas de dominación", declaró el mandatario boliviano.
Por otro lado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a través de su cuenta de Twitter, calificó la situación vivida por Evo Morales como "humillante" y, tras confirmar que un diálogo con su par boliviano, adelantó que el presidente peruano Ollanta Humala convocará a una reunión urgente de Unasur y aseguró: "Calma, no van a poder".
Cristina lo expresó esta madrugada en la que confirmó -cerca de las 0.30- que todos los presidentes de la región se encuentran alerta respecto a la situación que atravesaba Morales.
Fuente: Diario Registrado
Finalmente, Evo Morales y su comitiva salieron rumbo a las islas Canarias para hacer allí una escala técnica en su camino a La Paz, después de que España diera permiso para que la nave cruce el espacio aéreo de regreso a la capital boliviana.
El escándalo comenzó cuando el avión que llevaba al presidente de Bolivia de regreso desde Moscú, debió hacer un aterrizaje forzado en Viena. Desde la capital austríaca habían cancelado el plan de vuelo ya que había sospechas de que la aeronave trasladaba al exagente de seguridad estadounidense Edward Snowden, reclamado por su país por violar secretos de espionaje.
Francia, Portugal y España le negaban hacer escala para recargar combustible al avión en el que viajaba el mandatario boliviano por una sospecha “totalmente infundada”, según aseguró el canciller boliviano, David Choquehuanca, a través de una conferencia de prensa.
Morales definió la detención como una "agresión a América Latina" y "un secuestro". "Esto es un pretexto sobre todo para tratar de amedrentarme, para intimidarme y escarmentarme. Un pretexto sobre todo para tratar de acallarnos en la lucha contra las políticas económicas de dominación", declaró el mandatario boliviano.
Por otro lado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a través de su cuenta de Twitter, calificó la situación vivida por Evo Morales como "humillante" y, tras confirmar que un diálogo con su par boliviano, adelantó que el presidente peruano Ollanta Humala convocará a una reunión urgente de Unasur y aseguró: "Calma, no van a poder".
Cristina lo expresó esta madrugada en la que confirmó -cerca de las 0.30- que todos los presidentes de la región se encuentran alerta respecto a la situación que atravesaba Morales.
Fuente: Diario Registrado
