lunes, 12 de agosto de 2013

Santa Fe: Análisis de las PASO

Se pueden hacer muchas lecturas de los resultados de ayer en todo el país, y de sus proyecciones de cara a las generales y el 2015. De hecho seguramente nosotros también los haremos, en otro momento.

Pero a los malos tragos hay que apurarlos, y como acá no le esquivamos el bulto a las cosas, corresponde que hablemos de lo que nos toca más de cerca: las elecciones en Santa Fe.

Al respecto se pueden hacer muchos análisis, incluso partiendo de distintos puntos de partida en la comparación con otras elecciones.

Se ha dicho que Santa Fe es reacia al kirchnerismo, pero resulta que Cristina como candidata ganó en la provincia dos veces: en el 2007 (contra Carrió, que hasta entonces hacía muy buenas elecciones acá) y en 2011 nada menos que contra Binner, en su propia provincia.

Pero cuando ella no juega en la elección las cosas son muy distintas, como pasó en el 2009, en las últimas elecciones a gobernador y en las PASO de ayer.

Hablando de las elecciones a gobernador del 2011: el 22 % y el tercer puesto del "Chivo" Rossi terminaron provocando que se lo sacara de la contienda electoral en Santa Fe, y se convocara a Obeid a encabezar la lista, con la idea de que eso mejoraba el resultado: las cifras de ayer (que pueden variar en octubre, pero marcan una tendencia) demostraron que ese análisis (vendido por los operadores que acumulan sólo derrotas en su haber, pero comprado en la Rosada) era equivocado, y que los problemas que tienen el peronismo y el kirchnerismo -en ese orden- en la provincia son bastante más complejos.

Incluso no faltaron kirchneristas que decidieron cruzarse de brazos en la campaña con el afán de demostrar ésta hipótesis: un grave error, porque como se dijo acá, tanto mejor le fuera a la lista del FPV en Santa Fe, mayores posibilidades tendrían los restantes diputados de la nómina de acceder a una banca.  

Tanto es así que, con los números de ayer, el FPV accedería a dos y podría perder por resto la tercera; siendo que puso en juego la del propio Chivo (hoy en manos de Bettanín), pero también las de Forconi y Celia Arenas, integrados al bloque del oficialismo en Diputados. 

Lo que marca a las claras la importancia de las elecciones de octubre en términos de sumarle respaldo legislativo a Cristina, para garantizar no sólo la gobernabilidad, sino la continuidad de la iniciativa política, y el control de la agenda parlamentaria.

Y los primeros que tienen que entender ésto son los propios candidatos, redoblando su compromiso militante y dejando de lado la idea cómoda de que el peso de la campaña tiene que recaer en Cristina; y en las decisiones que tome al frente del gobierno: en las PASO aparecieron poco y nada, y el protagonismo lo asumió Obeid, con todo lo que eso implica.

Ni siquiera salieron a la palestra para contrarrestar el discurso del FPCyS y sus candidatos, que constantemente hacen blanco en el gobierno nacional, y en la figura de la propia Cristina: sin una defensa convencida de ambos, y sin una crítica igual de convencida y contundente a la gestión provincial (para lo que no faltan argumentos), el FPV seguirá deambulando electoralmente en Santa Fe de fracaso en fracaso.  

Podrá objetar alguno que los trapos sucios hay que lavarlos puertas adentro, pero lo cierto es que hace rato que -al menos acá en Santa Fe- no se habilitan espacios institucionales para que la militancia discuta estas cosas; y aporte su visión y sus ideas para encarar la acción política.

El acento hay que ponerlo en la autocrítica porque lo otro es enojarse con el electorado porque no nos vota, o recordar cuáles han sido las figuras políticas que captaron el favor mayoritario de los santafesinos en los últimos tiempos (Reutemann, María Eugenia Bielsa, Binner, Del Sel) y de allí sacar conclusiones autocomplacientes; y ese es un camino que una fuerza política que se denomine popular, nunca debe recorrer.

El FPCyS ha fidelizado su electorado (si se miden las elecciones desde el 2009 para acá, se mantiene más o menos en torno al 40 %, puntos más puntos menos) a partir de seguir a pie juntillas y con convicción un libreto, al que se ciñen todos: que a nosotros no nos guste, y que nos tomemos el trabajo diario de rebatirlo (en absoluta disparidad de medios disponibles) no le quita eficacia en términos electorales.

Un libreto que expresa el más furioso y crudo antikirchnerismo aunque se proclame progresista: la elección de ayer de Palo Oliver (un radical que a muchos nos cae simpático por su discurso y sus posturas) demuestra que en el oficialismo provincial (que proclama la necesidad de diálogo y consensos) no hay lugar para nadie que intente reconocer algunos logros del kirchnerismo en esta última década, o que cuestione que se haga oposición cerril y sistemática al gobierno nacional, y a cualquiera de sus iniciativas.

Y aun para quienes objetan la perfomance del FPCyS gestionando la provincia (que son muchos: porque con la misma regla que aplican al kirchnerismo podríamos decir que son al menos el 60% de los santafesinos), Miguel Del Sel canaliza electoralmente de un modo más eficaz la oposición, que un peronismo santafesino cada vez más parecido a los radicales en el orden nacional: sin vocación auténtica de poder, y con muchos dirigentes en el cómodo usufructuo de cargos legislativos.

Se podrá plantear también que los resultados de ayer también marcan una tendencia para  las elecciones provinciales del 2015, pero para entonces falta mucho y hay que ver como se llega; pero octubre esta antes, y hay que empezar a trabajar desde ahora para mejorar el resultado.

Fuente: Nestornautas