miércoles, 18 de septiembre de 2013

16 y 17 de Septiembre de 1969, el Segundo Rosariazo

"Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires.
Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan.
La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas."
Rodolfo Walsh.

La dictadura militar de 1966, tras intervenir "La Unión Ferroviaria", anuló convenios y conquistas, produjo rebajas de categorías y de sueldos, 116.000 empleados y obreros fueron sancionados. El 8 de septiembre de 1969, el Cuerpo de Delegados de la Seccional Rosario del Ferrocarril Mitre y la Comisión Coordinadora de la Unión Ferroviaria comunicaba que "se iniciaba una huelga de brazos caídos en los lugares de trabajo", tras la suspensión de un delegado administrativo. Pararon ese día los Talleres de Rosario, Pérez, Villa Diego, y personal administrativo. Por la noche en una masiva asamblea se decidió continuar la huelga, esta vez por 72 hs., con la adhesión de La Fraternidad, y la medida se extendió a las Seccionales de Arroyo Seco, Empalme, Villa Constitución, San Nicolás, Cañada de Gómez y Casilda.

La empresa anuncio suspensiones, la CGT Rosario se declaro "en estado de alerta y convocó a un plenario", mientras los delegados declararon "la huelga por tiempo indeterminado" a partir del día 12. La solidaridad del resto de los ferroviarios se extendió por todo el país. La dictadura a través del CONASE (Consejo Nacional de Seguridad), ordenaba la aplicación de la "Ley de Defensa Civil", por lo cual todo el personal ferroviario era movilizado, con convocatoria militar y les sería aplicado el Código de Justicia Militar.
Un plenario de 32 gremios de la "CGT Unificada de Rosario", resolvió "realizar un paro por 38 horas, los días 16 y 17”. La solidaridad llegaba de todos los trabajadores de Rosario. Los estudiantes universitarios y los partidos políticos se sumaron al paro.
Desde las 10 hs, masivas columnas de trabajadores comenzaron a marchar partiendo de sus sedes sindicales o de los lugares de trabajo. Desde LA FRATERNIDAD más de 7000 ferroviarios, se dirigieron a la empresa Minetti, posteriormente se les sumaron los obreros textiles de "Extesa", se incorporan los trabajadores del vidrio, de la construcción, etc. Desde Oroño al 1300, marcho la columna de LUZ Y FUERZA, y otra lo hizo de la Usina Sorrento. Del sur venían los obreros del frigorífico SWIFT, los portuarios y los metalúrgicos. Todos trataban de converger al local de la CGT, en Córdoba al 2100. Los estudiantes concentrados en las distintas facultades se unían a las columnas.
Al comenzar la represión policial, ésta lograba parcialmente dispersar a los manifestantes, pero pronto levantaban barricadas, resistían, se reagrupan y continuaba la protesta. Por toda la ciudad, aparecían barricadas en donde se encontraban peronistas, radicales, comunistas, socialistas, etc.. Los puntos de concentración aumentaban, se incendiaban los colectivos y troles que no paraban, y la policía se fue replegando.
Con el correr de las horas, era cada vez mayor la cantidad de vecinos que se sumaban a la protesta, y la lucha se desplazo a los barrios. Se incorporaron las amas de casa y los niños, y durante toda la jornada se turnaron para mantener en actividad las barricadas, donde se realizaban espontáneas asambleas para discutir como continuar.
Las fuerzas policiales fueron desbordadas, y no consiguieron penetrar en Empalme Graneros, algunas zonas de Arroyito, en varias manzanas de la zona sur, y en numerosos barrios.
El Ejército se hizo cargo de la represión y comenzó a recuperar el control de la ciudad. Un desconocido Coronel Galtieri, comandaba uno de los batallones. Los enfrentamientos siguieron por la noche y durante el día 17.
Por todo esto cada 16 y 17 de septiembre debemos recordar el Segundo Rosariazo y homenajear a todos los protagonistas de ese alzamiento popular.

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