martes, 17 de diciembre de 2013

Volver al país gobernado por los mercados

Antes de las elecciones la consigna de la oposición más radicalizada era “O cambia o se va”, ahora, a caballito de los reclamos de los estatales de todas las provincias, vuelven a las andadas un ramillete de sectores y dirigentes que coinciden en algo: el deseo de que todo se pudra. Por ahí anduvo Eduardo Duhalde, autotitulado “piloto de tormentas”, proponiendo desde el diario La Nacion a Roberto lavagna como ministro de economía, que desde Infobae declinó la oferta…

Ahí anda también Hugo Moyano cual molusco parduzco en el poema sinfónico “Teresa y el oso” de Les Luthiers (He perdido mi caparazón ¿no lo vieron?) echando kerosene en cada chispa a ver qué pasa…

Estamos ante una ofensiva donde se combina el interés legítimo de los trabajadores por ampliar su participación en el reparto de la torta con un juego estratégico de ciertos sectores que están al acecho para aumentar su tajada, porque lo que hay que decir es que siempre que las variables se desbocaron los que salieron ganando jamás fueron los trabajadores y las clases populares sino las minorías poderosas y los grupos económicos. Siempre luego de las grandes crisis, cuando se dispersaron las humaredas, nos encontramos que así como quien no quiere la cosa, así como al descuido, las grandes corporaciones y los sectores minoritarios que detentan el poder económico fueron los que se llevaron la mejor parte y aumentaron sus ganancias y su poder de influencia para seguir condicionando a sucesivos gobiernos.

Contrariamente al imaginario de cierto catastrofismo infantilista, el caos siempre es funcional a los grupos económicos. Entenderlo será un gran paso adelante para los trabajadores y los sectores populares. Esto no significa dejar de reclamar ni mucho menos, sino evitar caer en la trampa.

En la base de este diciembre que hierve sigue estando el único plan alternativo realmente existente que es el retorno a los ejes de los 90 con mayor control de daños. Están buscando un adelantamiento de las elecciones del que surja un gobierno que haga esas tres o cuatro cosas famosas de las que siempre se habla:

Que baje las retenciones y termine con “la guerra al campo”
Que deje de emitir y corte el gasto público para parar la inflación

Que volvamos al mundo del que jamás debimos habernos ido

Que vuelva a privatizar lo privatizado antes

En suma, retornar a los grandes ejes del país gobernado por “los mercados” que sólo requiere de Ceos eficientes.

Fuente: Gerardo Fernandez