domingo, 5 de enero de 2014

Escuchas telefónicas revelan cómo se organizó el paro policial de diciembre pasado

Postal repudiable. Uniformados con capuchas durante la protesta
El líder del gremio no reconocido Apropol, Alberto Martínez, manejó todo por teléfono desde el sur del país y arengó a los uniformados insurrectos.

Alberto Martínez, el hombre que lidera el sindicato policial no reconocido Apropol, organizó y comandó desde el sur del país el paro de los policías que dejó a la ciudad a merced de la delincuencia durante cuatro días, entre el 6 y el 10 de diciembre. Así lo prueban escuchas telefónicas ordenadas por la Justicia sobre el celular de la esposa de Martínez, que es utilizado habitualmente por el líder sindical de los uniformados.

Los mensajes de texto y las escuchas que interceptó la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side) sobre ese celular por pedido del juez de Instrucción Javier Beltramone, fueron reveladas por el portal de noticias Notife.com. Dejan en evidencia cómo Martínez, que participaba por esos días de un congreso sobre sindicalización policial en la Patagonia, mantuvo contactos y arengó a sus compañeros a "aguantar en los portones", en clara referencia los piquetes que se habían montado en las puertas de la Jefatura de Policía de la URII.

De acuerdo a la información que publica Notife.com, en las transcripciones de las escuchas telefónicas queda bastante claro que el verdadero ideólogo de la quita de colaboración y la organización del paro fue Martínez.

De acuerdo a lo que consta en el expediente donde se acumulan las transcripciones, el sábado 7 de diciembre, cuando los policías ya habían comenzado a bloquear los accesos a Jefatura, Martínez habló con un hombre a las 15.30 y le dijo que había que ir fondo porque el "Gobierno no va a negociar, busca que nos cansemos, hay que actuar loco, o se ponen huevos o se levantan y se van a sus casas pero díganle: «Muchachos, nos vamos porque son unos cobardes, no se merecen la familia que tienen ustedes, o les reditúa mas ir a la calle a hacer cosas raras que defender un sueldo, no merecen ser policías, váyanse a la concha de su madre»".

En otra conversación, Martínez le dice a su interlocutor que "las comisarías no tienen que laburar (? ) guardias mínimas, un incendio, alguna cosa, me entendés", haciendo referencia a que solo debían salir con casos extremos. "Acá hay que decretar un paro general, decirle al jefe: paramos", arengaba.

En la nota de Notife.com se deja en claro que Martínez transmitía por teléfono la idea que Gendarmería iba a reprimir, a detener a los que no prestaban el servicio y a "cagarlos a palos". "Para evitar eso hay que parar ahora, devolver los móviles que están en la calle y cerrar las comisarías y decretar el paro", señalaba.

El dirigente de Apropol sugirió en las conversaciones que no debe forzarse el choque con Gendarmería ni con los otros policías. "No podemos hacer eso, nosotros somos un sindicato, hay que pensar como político, no como cabeza de lata (?) ahora hay que cargarle los botines a los barrales y decirles «señores estamos de paro, Bonfatti, poné las trece lucas porque si no acá tenés los móviles, la llave y andáte a la c.. de tu madre»"
Martínez recibía el parte de los compañeros que estaban cortando el acceso en el portón de la Jefatura de Rosario y le advertían que el juez iba a firmar la orden de desalojo, que si eso pasaba iba a haber enfrentamientos entre la Gendarmería y la policía, y podía haber una "batalla campal de tiro y tiro". "Por eso - dice - los que están en la calle tienen que volver o sacar carpeta médica y decir basta , hasta acá llegamos. Tampoco quiero que le pase nada a ningún gendarme, ellos son cabeza de lata'".

Fuente: La Capital

Conversaciones que dejaron al desnudo una dura interna en la fuerza
De acuerdo a las transcripciones de la intervención telefónica sobre uno de los celulares que utiliza habitualmente Alberto Martínez, y a las que tuvo acceso Notife.com, en medio del conflicto policial el greamialista mantuvo conversaciones que dejaron al desnudo una interna policial.

De acuerdo a las transcripciones de la intervención telefónica sobre uno de los celulares que utiliza habitualmente Alberto Martínez, y a las que tuvo acceso Notife.com, en medio del conflicto policial el greamialista mantuvo conversaciones que dejaron al desnudo una interna policial.

En una de las llamadas escuchadas por los agentes de la Secretaría de Inteligencia del Estado (Side), Martínez habla con un hombre, que podría apodarse "Piquito", al que le comenta que le llamó el "Vasco" (Ariel) Bengochea, jefe de la Agrupación Cuerpos de Rosario. "Me propuso tumbarlo a (Luis) Bruschi (jefe de la Regional II), me dijo que había arreglado con el Gobierno, que eran unos 1.500 pesos de un bono y me ofreció guita" (hecho que quedó plasmado en la página de Apropol en esos días).

"A mi esas cosas no me gustan, yo me puedo pasar de rosca, pero no me gustan, ¿me entendés? Me ofreció 20 mil pesos por mes, quiero que lo llames a Bruschi y le cuentes, porque yo no soy un traidor, soy un luchador. Decíselo a Bruschi lo de éste (por Bengoechea) y de Donald (que es Daniel "Donald" Acosta, jefe del Comando Radioeléctrico de Rosario). Llamálo a Bruschi y decíle lo que te conté y que yo lo llame para decírselo personalmente, que le están jugando por detrás, que esos hijos de p... andan tramando para que deje la Unidad (regional). Yo no me voy a prender en esta, fíjáte que ya los maté por Twitter. Decíle a Bruschi que me ofreció 20 mil pesos por mes y lo mandé a la c... de su madre", le relata el dirigente de Apropol a "Piquito" en medio del conflicto policial que dejó a las dos ciudades más importante de la provincia, Rosario y Santa Fe, a merced de saqueos y robos.

En otra conversación, ajena al tema de la posible opereta de oficiales de la URII contra Bruschi, Martínez se comunica con un oficial de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE). Precavido, intenta saber si van a allanar viviendas de su entorno.

Le pide al oficial que le avise "porque si entran rompen todo", y él está dispuesto a enviar a alguien a abrirles. Del otro lado de la línea lo tranquilizan: "Olvidáte loquito, no hay problema".

Martínez le pide una vez más que "no rompan las puertas si van a allanar domicilios de allegados o familiares."

"Alberto, por favor, me hacés sentir mal. Quedáte tranquilo, de última yo te aviso", le vuelve decir el policía.

La TOE allanó la casa de Martínez en búsqueda del celular del que se emitieron los SMS contra el gobernador. "Mi gente, cuando supo que era tu casa se quedó blanca", le confesó un oficial de la TOE.

Fuente: La Capital