domingo, 10 de agosto de 2014

El socialismo siempre apoyando al deporte amateur

Hace un tiempo te contábamos acá el caso del subsidio otorgado por Binner en el 2011 a la Asociación de Hockey sobre Césped del Litoral para construir una tribuna en el estadio que se usó para el mundial jugado en Rosario; usando partidas originariamente previstas para hacer obras de agua potable y alcantarillado.

Ahora nos enteramos de dos casos similares resueltos por Bonfatti, si no peores.
Primero un subsidio (¿ya no los llaman "aportes no reintegrables"?) de $ 800.000 a la Unión de Rugby de Rosario para solventar los gastos que le demandó la presentación de Los Pumas en la ciudad para jugar contra Australia:


El decreto era raro, porque se les daba plata en marzo de éste año para solventar los gastos de un evento organizado en octubre del año pasado; y por ese motivo -entre otros- fue observado por el Tribunal de Cuentas, e insistido por Bonfatti mediante el Decreto 1920 del 1º de julio pasado.

Pero hubo otro peor (por el monto de lo gastado), como pueden ver acá:

No es joda: un "apoyo económico" (¿cayeron en la cuenta que estaban hablando otra vez de "subsidios" y cambiaron?) de 6 millones de pesos a la Municipalidad de Rosario, para solventar los gastos del Rally Dakar de éste año.

También en éste caso la "ayudita" llega con atraso: se da plata en mayo para solventar gastos que se habrían hecho en enero. ¿Habrá otra observación del Tribunal de Cuentas, o escarmentaron con la insistencia en el caso de Los Pumas?

Ambos eventos (el partido de Los Pumas por el Rugby Championship y el Dakar) son súper profesionalizados y más allá de las preferencias deportivas de cada uno, cuentan con importantísimos sponsors privados que pugnan entre sí con otros, para poner sus marcas visibles en acontecimientos de esa envergadura; porque representan una ventana de oportunidad para difundir productos o servicios, y aumentar ventas.

Por eso ninguno de ellos es organizado por instituciones filantrópicas o de bien público; lo que hace ciertamente disparatado que el Estado invierta recursos para solventarlos.

Claro que no tan disparatado como decir que lo hace con fundamento en la Ley provincial del deporte 10.554, que está justamente pensada para generar herramientas alternativas de promoción de las actividades deportivas que -sin ese apoyo del Estado- no podrían desarrollarse o crecer.

Fuente: Nestornautas