Eduardo Casim, Adrián Sánchez y Mauro Míguez asumieron sus bancas en el Concejo, en una ceremonia desprolija que comenzó 40 minutos tarde. La flamante intendenta recién llegó cuando el acto ya había terminado. Sin la nueva intendenta, con un notorio retraso y algunas desprolijidades, Eduardo Casim, Adrián Sánchez y Mauro Míguez juraron como nuevos concejales por un período de 4 años.
Ante un nutrido público que obligó a trasladar la ceremonia al jardín del edificio del Concejo Municipal, la presidenta saliente, Norma Sassetti, realizó la apertura del acto, para luego pasarle la posta al flamante presidente, Horacio Rímini.
La ceremonia estaba estipulada para las 10, pero comenzó con unos 40 minutos de retraso, ante la ausencia del edil del sector de Tomei, Adrián Sánchez.
Justamente, la intendenta electa fue la gran ausente del acto. Es la primera vez en la historia de la democracia funense que la máxima autoridad municipal no asiste a la asunción de nuevos ediles, sin contar la de Claudio Herrero a fines de septiembre en reemplazo de Tomei.
La flamante intendenta recién apareció pasadas las 11 de la mañana, cuando el acto ya había terminado, acompañada de algunos de sus colaboradores y una batucada que le puso ritmo de bombos y redoblantes a una ceremonia desprolija, que no tuvo equipo de sonido por falta de fondos.
Luego, allegados a la nueva jefa comunal explicaron que el intendente saliente Juvenal Rímini había convocado a Tomei a las 10 de la mañana al Municipio para realizar el traspaso de mando, y que no habían recibido invitación protocolar para asistir a la jura.
De cualquier manera, la jura de los concejales tuvo mucha emotividad. El más conmovido fue sin dudas el joven Mauro Míguez, quien, al momento de jurar, fue acompañado por un estruendoso "es la gloriosa jotapé" de parte de sus seguidores.
Fuente: InfoFunes
