martes, 21 de febrero de 2012

Bochornosos como pocos

Para que a todo el mundo le quede claro cómo algunos intelectuales y periodistas argentinos, alguna vez sospechados de progresistas, se han fundido en un abrazo político-ideológico con las nociones más reaccionarias de la derecha, sólo basta leer esta nota de La Nacion que anticipa el núcleo de su mirada en torno a Malvinas, cual es "respetar y considerar los intereses de los kelpers". Es el mismo planteo de la derecha recalcitrante que en torno a los niños apropiados durante la dictadura reclama que hoy estos pibes tengan su derecho a optar por qué familia elegir, negando de plano que hay un delito anterior, que es haberlos arrancado de sus familias originales. Es el mismo eje: soslayar que las islas Malvinas fueron usurpadas en 1833 por los ingleses es lo mismo que olvidar que un niño apropiado ilegalmente fue víctima de un delito en tiempos del terrorismo de estado.

Lo bueno de este nuevo agrupamiento de figuras rimbombantes es que se va clarificando cada vez más el panorama, se va viendo cada vez con más nitidez qué intereses defienden. El costado paródico es cómo en función de su oposición cerril a toda iniciativa política del kirchnerismo, esta gente termina amontonada en los rincones más bochornosos.

La verdad, cuesta creerlo, pero está pasando.

Cuando se repasa la historia, a uno le cuesta entender cuando lee cómo algunas personas o grupos considerados progresistas terminaron abrazados a los intereses más reaccionarios. Hoy los argentinos tenemos en vivo y en directo una remake de este espectáculo. Podemos observar en vivo y en directo cómo en función de oponerse a todo lo que provenga del gobierno hay gentes que terminan finalmente demostrando que no son más que señoras y señores que defienden los intereses de la derecha más tradicional sin ponerse colorados. Dentro de poco van a sacar un documento con una "mirada alternativa" sobre los juicios a los genocidas, sólo es cuestión de esperar que maduren las condiciones...

Publicado por Gerardo Fernandez

Fuente: Tirando al medio