miércoles, 22 de febrero de 2012

Tragedia en Once

La catastrofe es resultado del descarrilamiento de la política ferroviaria

Es una desgracia y es una verguenza: los que murieron y los heridos son laburantes, laburantes en serio, son los que se ponen al hombro el país. La negligencia, la ineficiencia empresarial de TBA es un claro ejemplo del descarrilamiento del país que heredamos despues de tantas decadas de abandono. Una cuenta pendiente del Gobierno Nacional, fiscalizar el desempeño de las empresas de transporte público. No nos olvidemos de estos muertos, que se castiguen a las empresas depredadoras que hacen de un servicio público un negocio multimillonario mientras cientos de miles de usuarios viajan como ganado en trenes que son obsoletos.
Esta es la mayor tragedia que haya existido en la historia de los accidentes ferroviarios, 49 muertos, los "Nadies" que son carne de cañon para empresas que se enriquecen y para que oportunistas tiren mierda contra el Gobierno.
Como pide el blog compañero "El aguante populista", hay que tomar medidas concretas y ejemplares: quitarle la licencia en principio y despues hacerles pagar esta tragedia con todo el rigor de la ley...
No son solo usuarios,
son ciudadanos que exigen ser tratados como merecen

Fuente: http://mundotario.blogspot.com/

Trenes y tragedia

1) Hay un pensamiento histérico que presupone, a veces con buena voluntad y mucho miedo, que un funcionario puede ser responsable único.

2) Después están los miserables, que necesitan reafirmar su odio. Pero esos no cuentan. Importan los que creen en el pensamiento mágico.

3) Hay factores estructurales, hay negligencia, seguramente corrupción, desidia. Pero hay también tragedia, hay también accidente, hay vacíos de la lógica.

4) pero obviamente, no puede ser el azar el que redireccione mayormente las tragedias hacia los trabajadores y los más pobres. Tampoco soy boludo.

5) Que se investigue, de verdad, que vayan presos los responsables. Pero hay una dimensión de la tragedia -como en Cromañon- que es tragedia. No quita lo anterior, sino que insta a serenar los espíritus de volverse amarrete y jugar con las tragedias como táctica política.

Fuente: http://lucascarrasco.blogspot.com/

El accidente de tren en Once y otra vez ... los límites

A esta altura de la tarde, 17:00 hs, la cantidad de fallecidos en el accidente de Once es de 49 personas y hay una lista de alrededor de 550 heridos. Es probable, esperemos que no, pero es muy probable, que el número de víctimas fatales pueda subir.

Las personas que viajan en tren, en su amplísima mayoría, son trabajadores. Precisamente hacia los trabajadores y a la recuperación de derechos y ampliación de ciudadanía es adonde apunta el proyecto político en su costado social.

Los gremios más combativos, que entre los trabajadores de los ferrocarriles tienen a sus delegados, y no en oficinas calefaccionadas, han denunciado de manera constante la falta de inversión por parte de las empresas concesionarias y las irregularidades que se cometen día a día. También han denunciado en reiteradas veces la falta de control de la CNRT y la displicencia con que la Secretaría de Transporte toma algunas denuncias.

Es de esperar que la oposición política (lo poco que queda) y la poderosa oposición medíatica, sobre los cadáveres calientes, expriman este accidente desgraciado para esquilmar una vez más al Gobierno. Pero la realidad es que, muchos funcionarios que debieran honrar el cargo que tienen, les dejan servida la comida a estos verdaderos buitres.
Con seriedad, responsabilidad y mucha convicción hay que propiciar que este tipo de hechos desgraciados disparan el debate sobre los límites. ¿Hasta qué lugar acompañamos el proyecto político y qué tipo de “errores” somos capaces de tolerar, teniendo en cuenta que la coyuntura puede ser menos importante que la consolidación final de un verdadero orden social que ponga a los trabajadores y a los sectores más vulnerables en una situación digna definitiva?

Es muy importante recuperar la línea aérea de bandera. Los millones que se han invertido y se seguirán inyectando sobre Aerolíneas son necesarios y es un gran avance que debemos defender. La deuda pendiente es no haber buscado las herramientas y palancas económicas e institucionales para solucionar el tema del transporte ferroviario. La vía de movimiento más utilizada por los trabajadores. Debemos hacernos cargo que el propio Néstor designó a Jaime y que actualmente, aún los esfuerzos de Schiavi, la Secretaría de Transporte no cumple las expectativas, al menos de control. Sólo en el año 70 y en el 78 hubo accidentes que provicaron más víctimas que este.

Ya han transcurrido ocho años de un proyecto político. Se avanzó increíblemente y Argentina es otro país al que Néstor encontró entre las ruinas. Pero pronto, no tendremos a quien echarle la culpa de nada.

Ya es hora de un profundo debate sobre los límites que estamos dispuestos a traspasar en el apoyo del “modelo”. De preguntarnos sobre qué cosas en común tenemos con Gildo Insfran, o Gerardo Zamora. Ya es hora de preguntarnos cuantos trabajadores con sueldo de convenio de comercio, que día a día se traslada de Moreno a Once en el Sarmiento apiñado como un animal, viaja un “finde” largo con su familia a Puerto Madryn a ver las ballenas por la Aerolínea de bandera.

Creo que la “sintonía fina” debe trascender las discusiones económicas y llegar al hueso del debate político. De lo contrario la profundización será como un detergente de mala calidad: Pura Espuma.

Fuente: http://importatuopinion.blogspot.com/