martes, 15 de mayo de 2012

Los periodistas son políticos de facto

Somos parte de una época en la cual las máscaras del periodismo han caído, algunos han aceptado su destino de actores políticos asignado por la profesión que eligieron, algunos intentan esconder esto tras un manto de presunta objetividad que les permita operar políticamente con mayor facilidad y credibilidad, pero no lo han logrado, querer protegerse con la objetividad es tratar de resguardarse en algo inexistente.
Los medios de comunicación juegan un papel importantísimo como formadores de opinión, la interpretación  de la realidad que cada medio realice condicionará el pensamiento de quienes se informan mediante ellos, y de esta manera condicionan la opinión de muchos y elaboran un pensamiento que otros tantos repetirán.

Desde hace mucho tiempo que los medios han intentado adoptar una postura de "representantes de la opinión pública", es decir, "en los medios se dice lo que la mayoría de la gente piensa", esto no sólo que nunca fue real, sino que últimamente ha quedado en evidencia, sólo basta con recordar lo que transmitían los medios concentrados de comunicación durante todo el 2011 y contrastarlo con el 54% de los votos que obtuvo Cristina Fernandez de Kirchner en las elecciones presidenciales. Por otra parte, si los políticos no logran ser capaces de  representar al total de sus electores, entonces es imposible que los medios, embestidos en un poder fáctico, autodeterminen su representatividad de la sociedad en su conjunto, debido a que sólo transmiten el pensamiento del medio en el cual trabajan o bien el propio.

Volviendo al tema de la "objetividad", claro está que dicha cuestión es una falacia. Desde la lógica que se plantea al ser el relato que un medio transmite es una manera de "contar la realidad", que "la realidad" tal cual es no puede ser representada de ninguna manera, ya que cualquier representación de la realidad es subjetiva, nos damos cuenta de que la objetividad no existe, aún así, muchos periodistas y muchos medios insisten con esta mentira de la "objetividad", intentando esconder sus operaciones de prensa y sus opiniones entrelazadas en el relato de la "realidad objetiva", ¿con qué fin? con el fin de que quienes no tienen el ojo "afilado" para descubrir las operaciones de prensa crean ese relato subjetivo como una verdad absoluta, de esta manera si alguien es "objetivo" y dice que "x" medida del gobierno está mal entonces eso sería una verdad que no dejaría lugar a dudas y no una opinión, y esta es la idea que se quiere implementar.
Los medios comunican en función  de una postura política, y con esto no estoy hablando precisamente de política partidaria, ni La Nación ni Página/12 tienen un color político definido, pero claro está que el primero es un diario conservador que ha defendido históricamente los intereses de la oligarquía mientras que el segundo tiene una postura de centroizquierda y en su corta historia siempre ha defendido los derechos humanos, por ejemplo. A raíz de esto, se entiende que la participación de los medios en política no es la de "tribunal de control de la moral y de la corrupción" que durante mucho tiempo nos quisieron vender, sino la de formadores de opinión pública, en pos de persuadir a la audiencia, por lo tanto los periodistas son actores políticos.
Lo mejor que podrían hacer los medios en pos de conservar su credibilidad es blanquear su condición de militantes de determinada posición. Los periodistas siempre han sido militantes, el "primer periodista argentino", Mariano Moreno, era un militante revolucionario que desde sus notas bregaba con vehemencia por la independencia, de esto deberían aprender los periodistas actuales, blanquear su posición, y esto no significa tomar partido por una fuerza política determinada, sino plantear desde u principio su posición ante cada cuestión.

Por Facundo Calles

Fuente: LMO