Es una alternativa terapéutica para pacientes en un estadio avanzado de la enfermedad, y se complementa con terapias convencionales. Estará disponible a partir de julio. Fue estudiada durante 18 años por un consorcio público-privado.
Un equipo de científicos e investigadores argentinos desarrolló una nueva alternativa terapéutica para pacientes que padecen en forma avanzada el tipo más habitual de cáncer de pulmón. Se trata de una investigación a cargo de un consorcio público-privado del que participaron más de 90 científicos entre especialsitas argentinos y cubanos, y que llevó 18 años de estudio.
El nuevo medicamento se llama Racotumomab y en julio comenzará a ser comercializado por el laboratorio Elea, integrante del consorcio que logró elaborar el producto, bajo el nombre de Vaxira®. El equipo de trabajo se completó con instituciones públicas argentinas como la Universidad Nacional de Quilmes, el Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, el Hospital Garrahan, el CONICET, y la Universidad de Buenos Aires, junto al Centro de Inmunología Molecular de La Habana (CIM), que fabrica productos a partir del cultivo de células de mamíferos.
El descubrimiento consistió en la identificación de antígenos (sustancias capaces de generar una respuesta inmune) que "sólo están presentes en las células tumorales y son biológicamente relevantes en la progresión de un cáncer metastásico", según explicó Daniel Alonso, director del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes, investigador del CONICET y director científico del consorcio de investigación. Tras ese hallazgo, "se desarrolló un producto que induce al cuerpo a reaccionar contra estos antígenos y, por ende, ataca y controla al residuo del tumor y sus metástasis".
El doctor Roberto Gómez, director médico de Elea, aseguró a Tiempo Argentino que "hoy, el cáncer de pulmón está en el tope de las muertes por cáncer", y detalló que este medicamento inyectable está dirigido al tipo de cáncer de pulmón de células no pequeñas, "que se da aproximadamente en el 85% de los casos de cáncer pulmonar". "Es una inmunoterapia. El producto estimula al sistema inmune a atacar específicamente aquellas células que expresan el blanco de la vacuna".
En la actualidad, los pacientes con este tipo de cáncer de pulmón avanzado reciben quimioterapia y radioterapia. "De ninguna manera este descubrimiento remplaza a las terapias convencionales, sino que las complementa y les ofrece una opción a aquellos que no tengan otras. No queremos que nuestro entusiasmo haga pensar que tenemos una cura milagrosa y que no hace falta nada más. Es una nueva opción terapéutica para una patología que en los últimos años no la tuvo", aclaró el doctor Alonso.
El doctor Luis Fein, médico oncólogo, director del Centro Oncológico de Rosario y presidente del Grupo Argentino de Investigación Clínica en Oncología (GAICO), habló del diagnóstico de esta enfermedad: "En general, el paciente viene y cuenta un síntoma. Suele ser un fumador de larga data. En el 80% de los casos, está muy avanzado y ya es una enfermedad incurable. Por lo cual, nuestro objetivo, cuando no se puede curar, es paliar, aliviar. Tratar de que esté lo mejor posible durante el mayor tiempo posible. Es prolongar la supervivencia a un bajo costo."
Fein aseguró que podrá acceder al producto cualquiera que lo necesite. "En nuestro sistema, todos van a poder vacunarse. Para el paciente, no va a tener un costo. Sí lo tendrá para el Estado o quien lo financie. Quizás el paciente tenga que realizar algunos pasos burocráticos con el Estado o con su cobertura social, pero todos van a poder acceder", dijo.
Los especialistas precisaron que, como es frecuente que el cáncer de pulmón se descubra en estadíos avanzados, puede resultar difícil realizar un tratamiento que elimine por completo esta enfermedad. "Si no se puede erradicar, con este producto uno trata de cronificarla: que el tumor crezca más lentamente o que deje de crecer. La idea es recetar este medicamento a los pacientes que por distintas razones no pueden tratarse con quimio o radioterapia y también a los que mejoraron un poco con ese tratamiento", indicó Gómez, de Elea, quien se mostró satisfecho y entusiasmado, no sólo como profesional, sino con la experiencia de ser el hijo de un hombre que murió de un cáncer de pulmón que le fue detectado en un estadio muy avanzado.
Sobre la investigación realizada en estos 18 años, Gómez puntualizó: "En uno de los registros, se estudiaron 176 pacientes, de los cuales la mitad recibió medicación activa y la otra mitad recibió placebo. A los dos años, el porcentaje de pacientes vivos en la población del placebo era del 8%, muy bajo; y en la población vacunada era del 24 por ciento. Es decir, triplicaba el porcentaje de pacientes vivos." En todos estos casos, se trataba de pacientes que, luego de la primera etapa de quimio y radioterapia, habían obtenido al menos una estabilización de la enfermedad, y entonces se comenzaba a tratarlos. Será Gómez quien presente los beneficios terapéuticos de esta vacuna en el congreso del American Society of Clinical Technology, en Chicago (EE UU), entre hoy, Día Mundial sin Tabaco, y el 4 de junio.
El programa clínico incluyó a más de 500 pacientes en distintos estadios, pero antes de pasar a la prueba en humanos, se realizaron investigaciones toxicológicas y estudios en animales. Luego comenzaron con pequeñas poblaciones de personas, para averiguar cuál era la dosis óptima a partir de la medición de anticuerpos, es decir, qué dosis producía mayor respuesta inmune en los pacientes. Cuando se demostró que el producto era efectivo para el tipo más frecuente de cáncer de pulmón, los investigadores se concentraron en eso, aunque ahora continúan estudiando si podría ampliarse su efectividad a otros diagnósticos. «
"esta vez no vino desde el norte"
“Este producto es muy innovador a nivel mundial. Es un ejemplo que la ciencia argentina pueda contribuir al desarrollo de un producto aplicable”, analizó Daniel Alonso, director del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes, investigador del Conicet y director científico del Consorcio de Investigación.
Desde 2005, el consorcio que él dirige formalizó su investigación a través de subsidios, primero otorgados por el Ministerio de Ciencia desde la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica. Luego recibieron subsidios para el desarrollo clínico del producto, que llegaron del Ministerio de Salud, a través del Instituto Nacional de Cáncer.
“Es muy interesante que todos los jóvenes que estuvieron en el proyecto tengan la posibilidad de ver finalmente la aplicación de la investigación. Pudieron ver cómo la labor de su investigación impacta en un potencial beneficio hacia el paciente”, celebró el especialista.
Roberto Gómez, ex becario del Conicet y actual director médico de Elea, describió: “Para mí es una satisfacción porque siempre veía que los productos innovadores venían del hemisferio norte. En este caso ha sido una colaboración de países y empresas del hemisferio sur."
Sin efectos no deseados
“El producto tiene buena tolerancia y no las consecuencias o los efectos de una quimioterapia o una radioterapia. Algunos con enfermedades renales o hepáticas no están en condiciones de recibir ese tratamiento”, precisó Roberto Gómez, director médico de Elea. Los “efectos indeseables” –como los llaman los especialistas– que podría tener esta inyección “no pasan de una reacción alérgica o algún cuadro febril, lo cual es normal en todo tipo de inyecciones”.
El doctor explicó el esquema terapéutico para esta inyección: “Las primeras cinco dosis, en el período de inducción, se aplican cada dos semanas. Luego está el período de mantenimiento, en el cual se pasa a una dosis mensual, la cual se mantiene mientras el paciente tenga buena tolerancia y haya una buena respuesta terapéutica”. Según aseguró, en este momento hay pacientes que llevan cinco años utilizando el producto.
Fuente: InfoNews
Un equipo de científicos e investigadores argentinos desarrolló una nueva alternativa terapéutica para pacientes que padecen en forma avanzada el tipo más habitual de cáncer de pulmón. Se trata de una investigación a cargo de un consorcio público-privado del que participaron más de 90 científicos entre especialsitas argentinos y cubanos, y que llevó 18 años de estudio.
El nuevo medicamento se llama Racotumomab y en julio comenzará a ser comercializado por el laboratorio Elea, integrante del consorcio que logró elaborar el producto, bajo el nombre de Vaxira®. El equipo de trabajo se completó con instituciones públicas argentinas como la Universidad Nacional de Quilmes, el Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, el Hospital Garrahan, el CONICET, y la Universidad de Buenos Aires, junto al Centro de Inmunología Molecular de La Habana (CIM), que fabrica productos a partir del cultivo de células de mamíferos.
El descubrimiento consistió en la identificación de antígenos (sustancias capaces de generar una respuesta inmune) que "sólo están presentes en las células tumorales y son biológicamente relevantes en la progresión de un cáncer metastásico", según explicó Daniel Alonso, director del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes, investigador del CONICET y director científico del consorcio de investigación. Tras ese hallazgo, "se desarrolló un producto que induce al cuerpo a reaccionar contra estos antígenos y, por ende, ataca y controla al residuo del tumor y sus metástasis".
El doctor Roberto Gómez, director médico de Elea, aseguró a Tiempo Argentino que "hoy, el cáncer de pulmón está en el tope de las muertes por cáncer", y detalló que este medicamento inyectable está dirigido al tipo de cáncer de pulmón de células no pequeñas, "que se da aproximadamente en el 85% de los casos de cáncer pulmonar". "Es una inmunoterapia. El producto estimula al sistema inmune a atacar específicamente aquellas células que expresan el blanco de la vacuna".
En la actualidad, los pacientes con este tipo de cáncer de pulmón avanzado reciben quimioterapia y radioterapia. "De ninguna manera este descubrimiento remplaza a las terapias convencionales, sino que las complementa y les ofrece una opción a aquellos que no tengan otras. No queremos que nuestro entusiasmo haga pensar que tenemos una cura milagrosa y que no hace falta nada más. Es una nueva opción terapéutica para una patología que en los últimos años no la tuvo", aclaró el doctor Alonso.
El doctor Luis Fein, médico oncólogo, director del Centro Oncológico de Rosario y presidente del Grupo Argentino de Investigación Clínica en Oncología (GAICO), habló del diagnóstico de esta enfermedad: "En general, el paciente viene y cuenta un síntoma. Suele ser un fumador de larga data. En el 80% de los casos, está muy avanzado y ya es una enfermedad incurable. Por lo cual, nuestro objetivo, cuando no se puede curar, es paliar, aliviar. Tratar de que esté lo mejor posible durante el mayor tiempo posible. Es prolongar la supervivencia a un bajo costo."
Fein aseguró que podrá acceder al producto cualquiera que lo necesite. "En nuestro sistema, todos van a poder vacunarse. Para el paciente, no va a tener un costo. Sí lo tendrá para el Estado o quien lo financie. Quizás el paciente tenga que realizar algunos pasos burocráticos con el Estado o con su cobertura social, pero todos van a poder acceder", dijo.
Los especialistas precisaron que, como es frecuente que el cáncer de pulmón se descubra en estadíos avanzados, puede resultar difícil realizar un tratamiento que elimine por completo esta enfermedad. "Si no se puede erradicar, con este producto uno trata de cronificarla: que el tumor crezca más lentamente o que deje de crecer. La idea es recetar este medicamento a los pacientes que por distintas razones no pueden tratarse con quimio o radioterapia y también a los que mejoraron un poco con ese tratamiento", indicó Gómez, de Elea, quien se mostró satisfecho y entusiasmado, no sólo como profesional, sino con la experiencia de ser el hijo de un hombre que murió de un cáncer de pulmón que le fue detectado en un estadio muy avanzado.
Sobre la investigación realizada en estos 18 años, Gómez puntualizó: "En uno de los registros, se estudiaron 176 pacientes, de los cuales la mitad recibió medicación activa y la otra mitad recibió placebo. A los dos años, el porcentaje de pacientes vivos en la población del placebo era del 8%, muy bajo; y en la población vacunada era del 24 por ciento. Es decir, triplicaba el porcentaje de pacientes vivos." En todos estos casos, se trataba de pacientes que, luego de la primera etapa de quimio y radioterapia, habían obtenido al menos una estabilización de la enfermedad, y entonces se comenzaba a tratarlos. Será Gómez quien presente los beneficios terapéuticos de esta vacuna en el congreso del American Society of Clinical Technology, en Chicago (EE UU), entre hoy, Día Mundial sin Tabaco, y el 4 de junio.
El programa clínico incluyó a más de 500 pacientes en distintos estadios, pero antes de pasar a la prueba en humanos, se realizaron investigaciones toxicológicas y estudios en animales. Luego comenzaron con pequeñas poblaciones de personas, para averiguar cuál era la dosis óptima a partir de la medición de anticuerpos, es decir, qué dosis producía mayor respuesta inmune en los pacientes. Cuando se demostró que el producto era efectivo para el tipo más frecuente de cáncer de pulmón, los investigadores se concentraron en eso, aunque ahora continúan estudiando si podría ampliarse su efectividad a otros diagnósticos. «
"esta vez no vino desde el norte"
“Este producto es muy innovador a nivel mundial. Es un ejemplo que la ciencia argentina pueda contribuir al desarrollo de un producto aplicable”, analizó Daniel Alonso, director del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad de Quilmes, investigador del Conicet y director científico del Consorcio de Investigación.
Desde 2005, el consorcio que él dirige formalizó su investigación a través de subsidios, primero otorgados por el Ministerio de Ciencia desde la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica. Luego recibieron subsidios para el desarrollo clínico del producto, que llegaron del Ministerio de Salud, a través del Instituto Nacional de Cáncer.
“Es muy interesante que todos los jóvenes que estuvieron en el proyecto tengan la posibilidad de ver finalmente la aplicación de la investigación. Pudieron ver cómo la labor de su investigación impacta en un potencial beneficio hacia el paciente”, celebró el especialista.
Roberto Gómez, ex becario del Conicet y actual director médico de Elea, describió: “Para mí es una satisfacción porque siempre veía que los productos innovadores venían del hemisferio norte. En este caso ha sido una colaboración de países y empresas del hemisferio sur."
Sin efectos no deseados
“El producto tiene buena tolerancia y no las consecuencias o los efectos de una quimioterapia o una radioterapia. Algunos con enfermedades renales o hepáticas no están en condiciones de recibir ese tratamiento”, precisó Roberto Gómez, director médico de Elea. Los “efectos indeseables” –como los llaman los especialistas– que podría tener esta inyección “no pasan de una reacción alérgica o algún cuadro febril, lo cual es normal en todo tipo de inyecciones”.
El doctor explicó el esquema terapéutico para esta inyección: “Las primeras cinco dosis, en el período de inducción, se aplican cada dos semanas. Luego está el período de mantenimiento, en el cual se pasa a una dosis mensual, la cual se mantiene mientras el paciente tenga buena tolerancia y haya una buena respuesta terapéutica”. Según aseguró, en este momento hay pacientes que llevan cinco años utilizando el producto.
Fuente: InfoNews