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| Gerardo Fernández |
Por Gerardo Fernández
No están atacando a Cristina, están atacando la recuperación de los fondos previsionales, el rescate de Aerolíneas, la ley de medios, la ley del trabajo doméstico y del peón rural, el matrimonio igualitario y la nacionalización de YPF, por citar sólo algunas acciones emblemáticas.
Y están dispuestos a todo porque al kirchnerismo hay que sacarlo como sea y si no se puede, generar las condiciones para su derrota electoral. La respuesta del neoliberalismo será proporcional al daño que le hemos infligido. No perdonan la independencia de la política, no perdonan que la autoestima popular se haya fortalecido. No perdonan que el gobierno de Cristina haya sorteado corridas cambiarias, el default trucho de Griesa (que hoy ha sido duramente golpeado en Londres), las devaluación y atropellos constantes. No soportan que por encima de aciertos y errores este gobierno nos haya demostrado a los argentinos que se pueden realizar transformaciones profundas en el marco de la democracia y fundamentalmente que es posible autonomizar la política de los corralitos en los que históricamente la han encerrado las corporaciones. Por eso es que están dispuestos a arrasar como sea con el kirchnerismo para luego ir por las conquistas y las miles de conciencias que se han ido despabilando en estos años.
Si logran instalar a un opositor en Casa Rosada lo llenarán de dólares de adentro y de afuera y el país vivirá una suerte de espejismo como con Menem del 92 al 95 y al calor de esa primavera irán desarticulando una a una las reformas introducidas en estos años al tiempo que se desatará una caza de brujas inimaginable y se buscará apresar a mucha gente, empezando por la propia Cristina.
Por eso es que el ataque va mucho más allá de lo coyuntural, es mucho más estructural. Me parece que hay mucho por discutir pero lo que no tiene discusión alguna es que vienen por todo lo que avanzamos.
Fuente: Tirando al medio
