domingo, 15 de marzo de 2015

La UCR y el PRO, o el sinceramiento radical

Este será un posteo corto, puesto que todo lo que podríamos decir ya ha sido escrito en estas páginas. Si bien hasta ayer pensaba que finalmente la Convención no arribaría a un acuerdo y el radicalismo se quebraría para que perdieran tanto Sanz como Morales/Cobos, hace un año sosteníamos que para el radicalismo nacional, una alianza con el partido de Mauricio Macri resultaría de conveniencia mutua. Señalamos entonces que sería la UCR de la PBA la que definiera la necesidad de dicho acuerdo y así ocurrió37 de ellos votaron a favor, 28 en contra y hubieron 7 ausentes (4 del intendente radical-macrista Gustavo Posse). A por lugares en la lista, entonces. ¡Hala! (?).

El resumen dicta: ganaron Sanz, Macri, Clarín y Techint. Perdieron Morales, Cobos, Massa y Daniel Vila.

No pudo la Convención decidir quién será el candidato que enfrente a Mauricio, pero todos descuentan que será Ernesto, cuando Cobos adelantó que si triunfaba la postura de su competidor, él debía ser también el encargado de encabezar la boleta radical (un modo de presión que no surtió efecto).

El massismo celebra que no se cayeran los acuerdos provinciales (Jujuy y Tucumán) cuando éstos nunca estuvieron en discusiónSe habló, en cambio, de negociaciones hasta última hora para que la Convención no aprobara el acuerdo. Es una derrota para Massa se mire por donde se lo mire. Como adelantáramos, la lógica instrumental de los acuerdos en el NOA opera en favor de los candidatos radicales a la gobernación en el primer turno y la contrapartida era apoyo radical al FR en el ballotagehttp://agenciapacourondo.com.ar/secciones/sociedad/15963-qmassa-no-parece-tener-el-angel-de-2013q.htmlEsa posibilidad para el massismo no está más cerca luego de la decisión de la UCR en esta madrugada de domingo. El macrismo, en cambio, tiene motivos para celebrar: llevó al radicalismo hacia el acuerdo que pretendía y excluyó a Massa de la primaria.

Resta conocer cuál será el modo en que se instrumentarán los acuerdos, el nacional y los provinciales, en Tucumán, Jujuy y Santa Fe. Si el radicalismo tucumano tiene dos gramos de cerebro, serán como en 2011, cuando el festival de boletas encabezadas por Cano ilustró los cuartos oscuros provinciales. ¿Qué hará por su parte Macri con los candidatos a gobernador propios con los que pretendió presionar a Morales y Cano? ¿Los mantendrá y hará campaña por ellos? ¿Los bajará acoplando la lista de legisladores a la boleta de los candidatos radicales? Las elecciones en Tucumán, por lo pronto, se encuentran desdobladas de las nacionales por semanas de diferencia. ¿Qué ocurrirá en Santa Fe, único distrito en el que Macri cuenta con un candidato propio con chances? Comienza a despejarse el panorama, que equivale a decir que las opciones se van estrechando.

Para finalizar, ¿por qué nos referimos a un sinceramiento radical? Porque este acuerdo con la centroderecha democrática es congruente con el sentir del grueso de sus votantes, que ven en Macri a alguien mucho más digerible que Sergio Massa debido a su pasado kirchnerista y su futuro de posible retorno al peronismo. Como sostuvo Sanz anoche, cuando reconoció no ser vanguardia y habló de los pasos que debía dar el radicalismo para alcanzar a la sociedad que ya había decidido: el votante radical ha mutando desde aquel lejano alfonsinismo cultural, integrado actualmente más al imaginario kirchnerista que al de dirigentes como Morales, Cobos o Sanz. El radicalismo es una estructura nacional que sólo tiene chances electorales como contraparte o contrapeso del peronismo, y esa es la oportunidad que ofrece en este 2015 el PRO como tercera fuerza con despliegues distritales. El votante radical está hoy más interesado en desalojar al kirchnerismo que en recuperar banderas socialdemócratas que fueron robadas. Si Néstor Kirchner soñaba con un bipartidismo a la norteamericana, de fuerzas inclinadas levemente hacia ambos espectros del arco político, el acuerdo de la UCR y el PRO se encamina, tarde, en aquella dirección. Aunque quizás no se trate de una demora sino de que recién ahora existe una posibilidad cierta de concreción seguida de éxito.