El Gobierno de Macri anunció que pone fin a la Tarjeta Argenta, la tarjeta otorgada por ANSES a los jubilados.
El programa Argenta lanzado por el gobierno de Cristina Kirchner en el año 2012, en cuatro años (hasta Julio de 2016) había entregado $22.871 millones en préstamos personales a jubilados y pensionados, correspondientes a 2.070.034 créditos, a tasas muy accesibles, y en montos de hasta $30.000, que se reintegraban en 12, 24 o 40 cuotas.
Pero el programa, además de los créditos, otorgaba otros beneficios para los jubilados y pensionados, ya que en la extensa lista de comercios adheridos (17.000 bocas de venta en comercios de todo el país) se ofrecían descuentos especiales para quienes compraran con Tarjeta Argenta. Había importantes descuentos en indumentaria, artículos del hogar, electrodomésticos, pasajes de colectivos, trenes y avión, farmacia y supermercados entre otros.
Solo por citar algunos ejemplos, los jubilados se beneficiaban con descuentos en Supermercados de hasta 15% (Coto, Carrefour, Vea, La Anónima y Walmart) , en Turismo de hasta 20% (Pedraza Viajes, Vía Bariloche, Pezzati, Noche y Día y Garbarino Viajes), en Transporte de hasta 20% (Andresmar, Flecha Bus, Vosa, Plusmar y Nueva Chevallier), en Artículos del hogar de hasta 35% (Garbarino, Frávega, Grupo Márquez, Musimundo y Ribeiro), en Construcción de hasta 30% (Easy, Sodimac, Supermat y Chamaco), en Indumentaria de hasta 30% (Dexter Shops, Dash Deportes y Tiendas San Juan), o en Farmacia de hasta 30% (Farmacity, Central Oeste, Red Farmar y Farmacia del Pueblo).
Y además de los descuentos, el programa otorgaba planes especiales de financiación, como en pasajes de micro (pago en 40 cuotas) o pasajes de avión en Aerolíneas Argentinas (pago en 48 cuotas).
Por otra parte, la Tarjeta Argenta que no tenía costos de generación ni de mantenimiento, y más allá de la cuestión comercial, permitía también al jubilado/a efectuar gestiones ante ANSES, como la acreditación de datos personales, gestionar reclamos por un haber impago, solicitar cambio de banco o registrar un apoderado.
En el año 2015 la entonces Presidenta destacaba que “hacemos esto con 40 empleados públicos. No sé cuántos tendrá Mastercard o Visa, pero Argenta se hace con 40 empleados del Estado”.
Por el contrario, ahora aparece un gran negocio (otro más) que el gobierno macrista le regala a los bancos.
Dando de baja la Tarjeta Argenta, la financiación de las compras que hacen los jubilados y pensionados, pasarán a ser ganancia de los bancos a través de las tarjetas que éstos emiten. ¿Porqué?
Porque de ahora en más, para financiar sus compras, los jubilados y pensionados tendrán como única alternativa pedir una tarjeta de crédito en el banco en el que operan, es decir en la entidad bancaria donde le depositan la jubilación o pensión.
Para tener una dimensión del negocio entregado por Macri a los bancos, y tomando como parámetro los más de 2 millones de créditos que otorgó el programa Argenta, tomemos solo un universo de dos millones de jubilados que dejarán de operar con la tarjeta que emitía ANSES.
Entonces, ahora los bancos comenzarán a enviar tarjetas de crédito a jubilados y pensionados, las soliciten o no, y quienes las utilizen, pasarán de pagar un interés anual del 18% que tenían con Argenta, a pagar las tasas siderales de interés que cobran las tarjetas bancarias. Por ejemplo, Mastercard o Visa, cobran por la financiación de las compras un interés superior al 50% anual, además de otros cargos mensuales y de la renovación anual, con lo que el costo financiero total anual supera el 70%. Es decir que por cada $100 pesos que gaste un jubilado, ahora tendrá que devolverle al banco $170, despojo que se suma a la incontrolable inflación macrista y su traslado a todos los precios.
Tomando un gasto promedio de $500 mensuales que haga cada jubilado con su nueva tarjeta de crédito bancaria, esos dos millones de jubilados, representan un monto mensual de mil millones de pesos ($1.000.000.000), cifra sobre la cual los bancos cobrarán ese fabuloso interés de más del 50% y demás cargos.
Para esconder el inconfesable objetivo de permitirle a los bancos esquilmar a jubilados y pensionados, en los anuncios de finalizar el programa Argenta, el gobierno macrista solo hace hincapié en el mantenimiento de los créditos, y que los mismos serán depositados en las cuentas donde se perciben las jubilaciones y pensiones. Pero nada dicen los funcionarios macristas del cese de los descuentos en las compras, del abandono del bajo interés aplicado en las financiaciones, del fin de los planes de pagos especiales o de la ausencia de costos de generación y mantenimiento que tenía la Tarjeta Argenta.
Ya en julio de éste año, el gobierno de Macri anticipaba la intención de castigar el consumo de los jubilados y pensionados, cuando Aerolíneas Argentinas dio de baja los créditos que regían desde el año 2012 y que permitían a los jubilados comprar pasajes en Aerolíneas Argentinas con su tarjeta Argenta por hasta $10.000, con dos meses de gracia para empezar a pagar y 48 cuotas en pesos.
El 5 de Julio de 2016, el gobierno de Macri informaba el final del convenio “Plan Viaje por el País con Anses y Aerolíneas Argentinas”. El fin del convenio para jubilados, se produjo en el mismo mes que Aerolíneas Argentinas disponía que los miembros de la Corte Suprema (jueces con ingresos altísimos y exceptuados inexplicablemente hasta de pagar impuesto a las ganancias) viajarían gratis y en primera clase.
Fuente: Nestornautas
El programa Argenta lanzado por el gobierno de Cristina Kirchner en el año 2012, en cuatro años (hasta Julio de 2016) había entregado $22.871 millones en préstamos personales a jubilados y pensionados, correspondientes a 2.070.034 créditos, a tasas muy accesibles, y en montos de hasta $30.000, que se reintegraban en 12, 24 o 40 cuotas.
Pero el programa, además de los créditos, otorgaba otros beneficios para los jubilados y pensionados, ya que en la extensa lista de comercios adheridos (17.000 bocas de venta en comercios de todo el país) se ofrecían descuentos especiales para quienes compraran con Tarjeta Argenta. Había importantes descuentos en indumentaria, artículos del hogar, electrodomésticos, pasajes de colectivos, trenes y avión, farmacia y supermercados entre otros.
Solo por citar algunos ejemplos, los jubilados se beneficiaban con descuentos en Supermercados de hasta 15% (Coto, Carrefour, Vea, La Anónima y Walmart) , en Turismo de hasta 20% (Pedraza Viajes, Vía Bariloche, Pezzati, Noche y Día y Garbarino Viajes), en Transporte de hasta 20% (Andresmar, Flecha Bus, Vosa, Plusmar y Nueva Chevallier), en Artículos del hogar de hasta 35% (Garbarino, Frávega, Grupo Márquez, Musimundo y Ribeiro), en Construcción de hasta 30% (Easy, Sodimac, Supermat y Chamaco), en Indumentaria de hasta 30% (Dexter Shops, Dash Deportes y Tiendas San Juan), o en Farmacia de hasta 30% (Farmacity, Central Oeste, Red Farmar y Farmacia del Pueblo).
Y además de los descuentos, el programa otorgaba planes especiales de financiación, como en pasajes de micro (pago en 40 cuotas) o pasajes de avión en Aerolíneas Argentinas (pago en 48 cuotas).
Por otra parte, la Tarjeta Argenta que no tenía costos de generación ni de mantenimiento, y más allá de la cuestión comercial, permitía también al jubilado/a efectuar gestiones ante ANSES, como la acreditación de datos personales, gestionar reclamos por un haber impago, solicitar cambio de banco o registrar un apoderado.
En el año 2015 la entonces Presidenta destacaba que “hacemos esto con 40 empleados públicos. No sé cuántos tendrá Mastercard o Visa, pero Argenta se hace con 40 empleados del Estado”.
Por el contrario, ahora aparece un gran negocio (otro más) que el gobierno macrista le regala a los bancos.
Dando de baja la Tarjeta Argenta, la financiación de las compras que hacen los jubilados y pensionados, pasarán a ser ganancia de los bancos a través de las tarjetas que éstos emiten. ¿Porqué?
Porque de ahora en más, para financiar sus compras, los jubilados y pensionados tendrán como única alternativa pedir una tarjeta de crédito en el banco en el que operan, es decir en la entidad bancaria donde le depositan la jubilación o pensión.
Para tener una dimensión del negocio entregado por Macri a los bancos, y tomando como parámetro los más de 2 millones de créditos que otorgó el programa Argenta, tomemos solo un universo de dos millones de jubilados que dejarán de operar con la tarjeta que emitía ANSES.
Entonces, ahora los bancos comenzarán a enviar tarjetas de crédito a jubilados y pensionados, las soliciten o no, y quienes las utilizen, pasarán de pagar un interés anual del 18% que tenían con Argenta, a pagar las tasas siderales de interés que cobran las tarjetas bancarias. Por ejemplo, Mastercard o Visa, cobran por la financiación de las compras un interés superior al 50% anual, además de otros cargos mensuales y de la renovación anual, con lo que el costo financiero total anual supera el 70%. Es decir que por cada $100 pesos que gaste un jubilado, ahora tendrá que devolverle al banco $170, despojo que se suma a la incontrolable inflación macrista y su traslado a todos los precios.
Tomando un gasto promedio de $500 mensuales que haga cada jubilado con su nueva tarjeta de crédito bancaria, esos dos millones de jubilados, representan un monto mensual de mil millones de pesos ($1.000.000.000), cifra sobre la cual los bancos cobrarán ese fabuloso interés de más del 50% y demás cargos.
Para esconder el inconfesable objetivo de permitirle a los bancos esquilmar a jubilados y pensionados, en los anuncios de finalizar el programa Argenta, el gobierno macrista solo hace hincapié en el mantenimiento de los créditos, y que los mismos serán depositados en las cuentas donde se perciben las jubilaciones y pensiones. Pero nada dicen los funcionarios macristas del cese de los descuentos en las compras, del abandono del bajo interés aplicado en las financiaciones, del fin de los planes de pagos especiales o de la ausencia de costos de generación y mantenimiento que tenía la Tarjeta Argenta.
Ya en julio de éste año, el gobierno de Macri anticipaba la intención de castigar el consumo de los jubilados y pensionados, cuando Aerolíneas Argentinas dio de baja los créditos que regían desde el año 2012 y que permitían a los jubilados comprar pasajes en Aerolíneas Argentinas con su tarjeta Argenta por hasta $10.000, con dos meses de gracia para empezar a pagar y 48 cuotas en pesos.
El 5 de Julio de 2016, el gobierno de Macri informaba el final del convenio “Plan Viaje por el País con Anses y Aerolíneas Argentinas”. El fin del convenio para jubilados, se produjo en el mismo mes que Aerolíneas Argentinas disponía que los miembros de la Corte Suprema (jueces con ingresos altísimos y exceptuados inexplicablemente hasta de pagar impuesto a las ganancias) viajarían gratis y en primera clase.
Fuente: Nestornautas