lunes, 7 de octubre de 2013

A 83 años de su nacimiento: Recordando al padre Carlos Mugica

“Como dice la Biblia, hay que dejar las armas para empuñar los arados” clamaba públicamente el sacerdote Carlos Mugica, el 7 de Diciembre de 1973. El religioso, nacido el 7 de Octubre de 1930, estaba adherido al Movimiento del Tercer Mundo e hizo pública su “opción por los pobres” a la par de encarnar el rol de un ferviente militante social, lo cual sin embargo, no pudo evitar su asesinato, perpretado aparentemente por la “Triple A” (Alianza Anticomunista argentina), que impulsaba el “brujo” López Rega.

El hecho ocurrido el 11 de mayo de 1974, conmocionó a la sociedad en su conjunto y constituyó un punto de inflexión político, que anticipo el barbarismo y la locura asesina que se desató ferozmente en la Argentina.

La brutal concepción totalitaria mereció el repudio de diversos sectores de la sociedad, dada la reconocida obra y trayectoria del sacerdote, pero no pudo impedir la brutal tragedia del terrorismo de Estado del autodenominado “Proceso de Organización Social” que tenía como uno de los referentes principales al ex general Rafael Videla.

En la década del 60´, el padre Mugica, era asesor espiritual de la Juventud Estudiantil Católica del Colegio Nacional de Buenos Aires y de la Juventud Universitaria Católica de la Facultad de Medicina, además de fundar la parroquia Cristo Obrero en la villa 31.
En Villa Retiro desplegó una profunda labor comunitaria y llevó el Evangelio a la comunidad, lo cual molestó sin duda a los sectores reaccionarios, razón por la cual la metralla cayó sobre Carlos, quien había acabado de celebrar misa en la iglesia de San Francisco Solano, en Villa Luro y se disponía a subir a su automóvil Renault 4 de color azul.

La vida de de Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe (ese eran su nombre completo), fue de estudio, servicio, obra y asistencia. A los 21 años, cuando estudiaba Abogacía, decidió ingresar al Seminario Metropolitano de Buenos aires. Tras ser ordenado Presbitero viajó a la ciudad de Resistencia (Chaco), donde cumplió funciones junto al Obispo (luego arzobispo), monseñor Juan Iriarte. Más tarde ejerció como vicario cooperador en la Parroquia Nuestra Señora del Socorro, acompañado a la par, la gestión del cardenal Antonio Caggiano,.

Asesoró a jóvenes universitarios; fue profesor de Teología en la Universidad del Salvador. En 1954 desarrolló una intensa tarea de asistencia a familias pobres, desde la parroquia de Santa Rosa de Lima, en Capital Federal.

A pesar de su espíritu independiente, fue un dedicado lector de autores de tratados que abordaban los grandes movimientos políticos y sociales.

Peronismo y Cristianismo, fue el título de una compilación de notas de su autoría, publicada en 1973 por distintos medios de comunicación. Son conocidas además sus propias oraciones y sus conceptos sobre los valores que debían guiar al ser humano.

Aún hoy, desde su sepultura, en la capilla Cristo Obrero de la Villa 31 de Retiro la fe, la solidaridad y el compromiso con la paz del padre Carlos Mugica convocan a miles de visitantes que llegan para testimoniar su reconocimiento y enjuagar su dolor.

Lic. Mario Nieto

Fuente: La Rioja es noticia